Al noreste de Sarare, a pocos metros de la autopista Barquisi-meto-Acarigua, hace unos ocho meses un grupo de familias decidió ocupar un terreno que, de acuerdo con ellos, estaba convertido en una guarida de delincuentes y sitio para el desmantelamiento de carros robados, pero ellos lo convirtieron en un sector residencial llamado ex-traoficialmente Bosque Banco Obrero.
Hombres y mujeres se dedicaron durante días a eliminar aquella selva para levantar ranchos donde guarecerse con sus hijos de manera provisional hasta que puedan construir viviendas más seguras.
Son 25 grupos familiares que de esa forma lograron disponer de techos donde albergarse.
No hicieron como otros que colocan banderas nacionales o afiches del presidente Chávez para impedir ser desalojados sino que se organizaron y se dirigieron a las autoridades correspondientes, en este caso las municipales de Simón Planas, en busca de apoyo, algo que hasta ahora no han conseguido.
“Nosotros no estamos pidiendo que nos hagan casas ni materiales, lo único que pedimos es que nos hagan un relleno y limpien el buco para que podamos dormir tranquilos porque cuando llueve fuerte el agua que viene de arriba se sale y nos inundamos”, dijo Carmen León, madre de dos niños, una de las ocupantes.
Informó que el fin de semana, debido a la obstrucción del canal y como consecuencia de las aguas que bajan de la parte alta, el buco se desbordó y también varias de las humildes casas, sufriendo sus propietarios pérdidas considerables en camas, muebles, ropa y útiles domésticos diversos que habían adquirido con mucho esfuerzo.
Alexis Rodríguez, otro vecino, explicó que se trata de un terreno ejido o del desaparecido IAN, e ignora las razones por las cuales la alcaldía está empeñada en sacarlos y mudarlos a otro sector, concretamente El Rayo, al norte, donde también existen problemas no solucionados en muchos años.
También enfatizó en que ellos, con esfuerzo propio, están dispuestos a construir las casas para sustituir los ranchos actuales, pero hace falta el acondicionamiento del terreno para evitar nuevas inundaciones como las del fin de semana.
A las familias ocupantes del terreno les llama la atención el que la alcaldía no quiera darles los permisos correspondientes pero sí se lo dieron a un particular para montar una empresa al lado, a pesar de que, como les argumentan, se trata de una zona de riesgos.
Por los momentos ellos mismos han limpiado en parte el buco para que el agua pueda correr sin muchos obstáculos, pero hace falta una obra de mayor envergadura que no están en condiciones de emprender.
José Borrero, luchador social del municipio, ofreció hacer gestiones ante la gobernación para el envío de una máquina que despeje el buco.
“Pero que después que la gente de la gobernación venga a ayudarnos que no traten los de la alcaldía de impedírselo, como han hecho en otros sectores del estado”, intervino Carmen León.
Desean que esa ayuda llegue lo más pronto posible, antes de otro desbordamiento del buco.
Fotos: Luis Salazar