Canta durante dos o tres minutos consecutivos cuando se quiere aparear, luce un rojo intenso en el cuerpo y cabeza, mientras sus alas de color marrón oscuro matizan el incendio de su pecho. Sólo mide 10 centímetros, y hasta tiene preferencias para anidar durante el año; de marzo a abril y de agosto a septiembre. En la edición de hoy, hablaremos literalmente de un venezolano alagado y perseguido por la misma causa: su plumaje.
El cardenalito (Carduelis cucullata), es un pájaro nativo de esta tierra de gracia llamada Venezuela. Hablando un poco de historia, el ornitólogo Swainson se encontró con la especie en 1810 y pudo localizar grupos de colorados al norte del país.
Es válido mencionar, que no se consigue en ningún otro lugar de la esfera en situación silvestre, por eso es conocido como el Cardenalito de Venezuela. En su momento, Swainson lo propuso como ave nacional, sin embargo, fue el Turpial quien ocupó el trono.
El color y textura de su plumaje llamó la atención de muchos, es así como registros encontrados respaldan la idea de que el tráfico de la especie hacia Europa, inició en el año 1835. ¿El objetivo? la confección de sombreros femeninos.
En este orden, la asociación sin fines de lucro, Provita, nació con la finalidad de hacerle frente a la pérdida valiosa de especies nativas, además, de demostrar que sí es posible el desarrollo del ser humano, junto con sus actividades, y la conservación de la naturaleza. Comprometidos con la causa, lograron reunir a 82 investigadores para evaluar más 3.800 especies venezolanas, para finalmente establecer una lista roja de 748 animales en peligro de extinción.
Acorralado
Según los expertos, el Cardenalito está considerado como una especie en «peligro crítico». Es el ave más amenazada del país y una de las cuatro con mayor prioridad para la conservación, sin ignorar que del 100% de su población, en la actualidad no se contabiliza ni siquiera el 20%. Siendo más precisos, es posible que en el perímetro nacional sólo habiten entre 250 a 1.000. La mitad al occidente y la otra en la zona centroccidental del país, específicamente en los estados Lara y Falcón.
Enzo Mastrolonardo, investigador y ambientalista, en su declaración para el diario EL IMPULSO, sostuvo que: «El Cardenalito es un ave acorralada por los comerciantes y traficantes de mascotas. De manera ilegal por muchos años se ha transportado de un lugar a otro esta especie que normalmente muere en eso largos viajes hacia otros continentes. En una oportunidad, estudiando y verificando la existencia del animal en Valencia-España, con un grupo de científicos nos percatamos que de 100 pájaros que son trasladados, sólo 10 llegan vivos. Esto nos alarmó».
Después de 13 meses de análisis, prosiguió, acordamos que la intención de los comerciantes ilegales era la venta del pájaro para el apareamiento en cautiverio.
-Reproducir aves de color rojo y de canto melódico, es la fascinación de muchos ornitólogos europeos, sin medir el daño que han hecho a la especie. Entonces en el exterior es de gran demanda, y en el interior del país, un buen negocio de tráfico ilegal.
Conservación y vida
Hablar de la naturaleza, es hablar de vida. Esta plana dedicada al ambiente, pretende concienciar, pero sobre todo, pintar de verde aquello que luce gris por responsabilidad del hombre. En Venezuela desde 1940 se viene denunciando la situación del Cardenalito como un abuso y maltrato de un ser vivo. Aun cuando en 1973 fue prohibida su captura para la venta y exportación y declarada Especie en Peligro de Extinción por el Decreto N° 1.486 (11/09/96) emitido por la Gobernación de Lara, todavía algunos apuestan por el final de su raza.
Incluso, aseguró Mastrolonardo, para la fecha en la región no existe una asociación o grupo dedicado a su conservación a través de programas para su cuidado y protección.
-En la primera década del siglo XXI, sí recuerdo haber conocido y escuchado de estudiosos y ambientalistas que estaban dedicados a dar a conocer la situación de esta ave, que ha diferencia de otras, sólo se consigue en el país, pero que es conocida a nivel mundial por las más importantes organizaciones de protección de animales.
Por su parte, en la segunda edición del Libro Especies de Venezuela, de Provite, los investigadores precisan que en algunos parques nacionales hay grupos de Cardenalitos, esfuerzos que le adjudican a los conservacionistas locales, regionales, nacionales e internacionales que conformando una red de «salvadores de la especie», han alcanzado reunir unos 120.
Girando la esfera, en países como Alemania, Argentina Bélgica, España, Holanda y Estados Unidos su cría ha sido exitosa y han desarrollado métodos efectivos para su conservación.
En el país, los ambientalistas han advertido en reiteradas oportunidades que es urgente impulsar esfuerzos interinstitucionales, conjuntamente con los criadores de aves y la comunidad internacional, para emprender una campaña de formación y concientización que neutralice el avance de la extinción, pero las acciones han sido insuficientes.
A modo de conclusión, una vez más tocamos la puerta de la conciencia del ciudadano común, para que atienda las recomendaciones emitidas por los expertos, así como también de las autoridades, a fin de que el próximo 04 de octubre, Día Mundial de los Animales, la sociedad celebre la vida, reproducción y conservación del soberbio y cantor cardenal venezolano.