Brasil invertirá este año el equivalente a 201 millones de dólares para mejorar los bajos índices de lectura del país, informó el lunes el Ministerio de Cultura.
Los recursos serán destinados a 42 programas orientados a promover el libro, la lectura, la literatura, las bibliotecas y la creación y difusión de literatura brasileña, explicó la ministra de Cultura Ana de Hollanda.
Los programas buscan dar más espacio a la literatura en la vida de la población, en especial de los jóvenes, cuya atención es disputada por la internet, la televisión y los videojuegos.
La ministra destacó que «la lectura no es un acto reflexivo aprendido naturalmente. Es el resultado de una sofisticada operación aprendida a lo largo de los años y que, por eso mismo, debe ser cultivada cuidadosamente más allá de los muros de la escuela».
«Para ello necesitamos de una buena y vasta literatura, de una competente y amplia red editorial y de divulgación. Necesitamos un ejército de mediadores de lectura que, dentro de las bibliotecas y en los más variados espacios, ayuden especialmente a los niños y jóvenes a descubrir el placer de la lectura», declaró Hollanda a periodistas.
La encuesta Retratos de la Lectura en Brasil, de 2011, situó a Brasil con un bajo nivel de lectura, con un promedio de cuatro libros leídos por año, por debajo de países vecinos como Chile con 5,4 y Argentina con 4,6.
Al mismo tiempo, según la consulta realizada por el Instituto Pro-Libro, 50% de los brasileños se consideran «no lectores», por encima de otros países como Chile, donde 20% son no lectores declarados, Uruguay con 34%, España con 39% y Colombia con 44%.
El foco del programa brasileño será la construcción y modernización de bibliotecas con telecentros, acompañado de un aumento de su acervo y formación de bibliotecarios.
La iniciativa también ampliará el calendario nacional de ferias de libros y festivales literarios, al tiempo que ofrecerá financiamiento para realizar 175 caravanas de escritores por el país.
Por otro lado, se crearán 4.000 plazas de agentes de lectura para apoyar a las bibliotecas escolares y comunitarias, así como fomentar la lectura entre familias en el campo. En total habrá 7.672 agentes del ramo, incluyendo los que ya trabajan en la promoción de la literatura, según el ministerio.