Vuelven Las Ferias De San Juan

Producto del reclamo popular la Alcaldía del municipio Torres y los ganaderos caroreños llegaron a un acuerdo para realizar de forma conjunta las ferias Agropecuarias en honor a San Juan Bautista. Celebración está que está enraizada en lo más profundo de la idiosincrasia de la ciudad fundada a las orillas del Morere.
Las primeras ferias que se celebraron en Carora en homenaje a nuestro héroe epónimo, General Pedro León Torres, tuvieron como principal atractivo un derroche de creatividad artesanal. Piezas utilitarias o decorativas realizadas a mano por artistas sin escuela pero con un talento natural extraordinario.
Y este sello de creatividad y talento con el cual nacieron nuestras ferias se mantuvo siempre a lo largo de todos los eventos que le sucedieron a partir de la década de los cincuenta, quizás un poco antes, ya que en base a talento y creatividad nuestros antepasados lograron convertir en un negocio sustentable la cría de rebaños bovinos y caprinos.
Con este orgullo de vencer las adversidades climáticas Carora todos los años desplegaba sus mejores galas para mostrarle al resto del país sus avances agropecuarios y para ver de cerca como nuestro talento se expresaba en animales de alto rendimiento lechero y cárnico, de todas partes del país venían visitantes a compartir con nosotros las Ferias en honor a San Juan Bautista.
En Carora se creó una raza lechera tropical que es ejemplo para Venezuela y el resto de países sudamericanos, pero también fuimos pioneros en la cría del cebuino lechero con base a un mestizaje exitoso que se conoció a nivel nacional como ganado Juanchero, en reconocimiento a los cruces que realizó el ganadero  Don Juancho Álvarez, tarea en la cual tuvo como grandes aliados a Baloncho Álvarez y Francisco Juan “El Negro“ Oropeza, quienes fundaron una asociación de cebuino lechero que desde Carora se convirtió en una referencia ganadera importante para todo el país.
No hay buena tierra en Carora, llueve muy poco o casi nunca, habitamos sobre suelos dominados por el bisure, lagartijas y alacranes, pero sin lluvias ni buenas tierras nos convertimos en una zona ganadera que nos permitió un desarrollo económico sobre el cual levantamos una plataforma musical, literaria y humanística con la cual hemos demostrado que somos autónomos porque tenemos un talento propio , talento para la cultura, talento para la ganadería, talento para sobrevivir y vencer en mitad de un desierto.
Las Ferias de San Juan Bautista son expresión del espíritu creativo de toda una sociedad, así fueron en un principio y así lo fueron durante décadas. Actores importantes de ellas siempre han sido los ganaderos, en este sentido Mario José Oropeza, quien en nombre del Núcleo Central de Asocrica asumió en conjunto con la Alcaldía su celebración este año, le hace el siguiente llamado a los caroreños:
“Me atrevo a dirigirme a ustedes en nombre de la tradición. En nombre de lejanos y también recientes antepasados quienes con su trabajo construyeron la ciudad y transformaron su entorno de eriales en campos de labranza y de pastoreo.
Estamos en una nueva encrucijada donde es necesario apelar a esa tradición que nos enorgullece y que significa para nosotros sustrato esencial para la vida presente y futura de nuestra comunidad. Vivimos tiempos de grandes tempestades, las emociones se entrecruzan y es difícil delimitar los espacios entre la valentía, la prudencia y la sabiduría. Por ello estamos obligados a realizar el ejercicio de solicitar consejos a quienes nos precedieron y tomar de sus enseñanzas una lección que nos permita continuar con éxito la marcha hacia delante.
De eso se trata el conflicto actual, la encrucijada frente a la cual estamos colocados. Frente a esta interrogante que compromete variados sentimientos a favor y en contra, he consultado mediante un proceso de reflexión profunda la memoria de quienes en el pasado se levantaron sobre las dificultades e impusieron su voluntad. Por ello creo que ante el dilema de realizar o no esta la feria, debemos optar por lo positivo, por la obligación de persistir, de continuar, de sobreponernos a las adversidades y demostrar que los ganaderos caroreños somos y hemos sido el pilar fundamental sobre el cual se ha erguido el éxito caroreño.
Si nuestros antepasados se hubieran rendido ante el verano, ante el sol inclemente, ante la soledad y la falta de caminos, si ellos hubiesen aceptado pasivamente que nada se podía hacer frente a una naturaleza negada a los sueños de hacernos autónomos en lo económico, ahora Carora sería una tierra con la desolación natural que observamos en otras tierras áridas. Si nuestros antepasados no se hubieran sobrepuesto a los múltiples vaivenes históricos donde políticos de otras épocas amenazaban la estabilidad de nuestra ganadería, ahora seriamos de igual manera un territorio desértico adornado únicamente por cardones y árboles de permanente estío.
Vamos a la feria, demostremos que mientras las tormentas políticas van y vienen, nosotros los ganaderos nos mantenemos firmes como fuerza fundamental que alimenta y da vida a esta  Carora que es de todos y en el futuro también debe continuar siendo de todos”.

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