Todos vivimos bajo el mismo cielo, pero no todos vemos los mismos horizontes.
Konrad Adenauer
Gala de una locura total es lo que han hecho estos últimos días el gobierno y el canal ocho, “el de todos los venezolanos”. Capriles es el centro de toda noticia, venga a cuento o no. Aunque haya que inventar o forzar los hechos hasta el extremo. Llevando la guerra sucia hasta extremos demenciales. Sale en la pantalla oficial más que Chávez y eso es demasiado decir en un régimen personalista, cuya única política comunicacional es el endiosamiento del comandante-llorón. Se confirma, entonces, que Capriles los tiene locos. No hay otra forma de entender o explicar lo que hacen y cómo lo hacen.
Recientemente, por ejemplo, metieron una cadena de radio y TV, repetida, con un evento ya transmitido, lo que se llama en la jerga periodística “un caliche”, solo porque en este momento, en horario estelar, Capriles iba a hablar por TV desde el Zulia al terminar otra de sus visitas casa por casa, junto con Pablo Pérez, por algunos barrios de la zona oeste de la capital zuliana. Eso, a todas luces, fue un acto desesperado.
Y este año cambiaron el formato con el cual presentaban su propia versión de los sucesos de abril de 2002. Siguieron. por supuesto, tapando sus propios delitos y graves responsabilidades en aquellos hechos, pero ahora el centro de todo fue Capriles, quien de pronto se convirtió en el gran protagonista de todo lo malo de 2002, cuando siempre era para ellos tan solo un actor de papel secundario.
No solo siguieron, contra todas las evidencias, inventando lo del “asalto” a la embajada de Cuba que jamás ocurrió por parte de quien era tan solo un alcalde sin rol protagónico en aquellos días, sino que convirtieron aquel episodio en el gran suceso, al punto que hicieron un mitin-teatro frente a la embajada con todo el alto gobierno. Y en el clímax de la histeria, el “canciller” Nicolás Maduro, uno de los aspirantes a sucesor, perdió toda sindéresis y chilló: “¡Sifrinitos, mariconsones!”. Capriles los tiene locos, mucho más de lo que uno mismo puede imaginar.
No solo editan el video para eliminar justo el trozo donde un funcionario cubano, desde dentro de la embajada, sube y pasa la escalera para que el alcalde de Baruta pueda entrar a atender el pedido del embajador a mediar ante el inaceptable acoso de cientos de personas a la sede diplomática antillana. Corte que sirve para presentar su ingreso como “un asalto”. También censuran la entrevista cordial – pese a la situación de tensión afuera – entre Capriles y el embajador Sánchez Otero, grabada en su momento por los periodistas de Televen como hecho noticioso, que al verla queda claro que Capriles, alcalde de la zona donde queda la sede diplomática, fue allí por solicitud del embajador. Todo eso y mucho más está disponible a los interesados en las redes sociales y en varios portales web, pero es férreamente censurado en el canal 8 y el autocalificado “sistema nacional de medios públicos”. Censuran y manipulan todo para embaucar a sus seguidores, engañándolos.
Por cierto que con semejante poder mediático, el oficialismo pudo haber dilucidado algunos asuntos. Citamos algunos, a modo de ejemplo. 1.- El general Lucas Rincón, en nombre del estado mayor de las FAN dijo “haber solicitado la renuncia del señor presidente, la cual aceptó”. ¿Puede el jefe de la FAN hacer eso impunemente? ¿Cómo es que cometiendo ese acto ilícito contra el presidente, luego fue su ministro de defensa, su ministro del interior, y sigue siendo embajador?. 2.- Tiburón 1 pidió a los generales “aplicar el Plan Ávila” de ingrata recordación en los hechos de 1989 del “Caracazo”, es decir, sacar las tropas a la calle para contener al pueblo que marchaba pacíficamente. Los militares encargados se negaron. ¿No tiene que responder Chávez por esa orden que ha podido desencadenar una tragedia mayor? 3.- ¿Sabe el país y saben los chavistas de buena fe que los policías metropolitanos juzgados y condenados – apartando las evidentes irregularidades del proceso – los fueron por sólo dos de los 19 asesinatos de ese día? ¿Por qué los otros diecisiete crímenes han sido “engavetados” y no hay imputación ni acusación alguna? 4.- ¿Por qué si José Vicente Rangel, entre otros, declaró con una aceptación de hecho – aunque con pesadumbre – al nuevo gobierno de facto y otros connotados dirigentes del chavismo se escondieron o callaron hoy Chávez los presenta como héroes de los sucesos de abril y a la oposición la persigue y descalifica?
Toda esa colosal manipulación, pues, con el teatro de convertir a Capriles en el malo de la película y los discursos histéricos de funcionarios que mas bien lucen muy temerosos de perder prebendas, privilegios y negocios que les brinda el poder. Todo eso, digo, lo hace a uno reflexionar: Tal parece que la candidatura de Capriles está calando más hondo de lo que uno mismo suponía en el ánimo popular, sobre todo de gente que antes votaba por Chávez y está desilusionada y cansada. Ellos deben saber de encuestas que los demás no conocemos. No se encuentra otra explicación para tanta histeria. Si Chávez tiene “30% de ventaja”, si “está sobrao”, si el pueblo está feliz con esta “revolución bonita”, ¿Para que dedicar tan demencial derroche de guerra sucia contra Capriles? Al punto que hace rato que Chávez no es el tema del poder mediático oficialista, sino Capriles. No hay otra, Capriles los tiene locos.
