La niña afgana Taraneh Akbari fue la protagonista de la fotografía ganadora del premio Pulitzer a la mejor «fotografía noticiosa de última hora».
Ella participaba en la ceremonia de una festividad religiosa del Ashura, en Kabul, cuando un atacante suicida hizo estallar una bomba matando a 70 personas. La pequeña fue fotografiada llorando y gritando por Massoud Hossaini en medio de las víctimas entre las que se encontraban hombres, niños y mujeres con sus bebés muertos en los brazos.
Hoy, la niña de 11 años, recuerda el miedo que sintió ese día y asegura que no volvió a vestir el famoso traje verde con el que fue fotografiada.
La niña afgana Taraneh Akbari fue la protagonista de la fotografía ganadora del premio Pulitzer a la mejor «fotografía noticiosa de última hora».
Ella participaba en la ceremonia de una festividad religiosa del Ashura, en Kabul, cuando un atacante suicida hizo estallar una bomba matando a 70 personas. La pequeña fue fotografiada llorando y gritando por Massoud Hossaini en medio de las víctimas entre las que se encontraban hombres, niños y mujeres con sus bebés muertos en los brazos.
Hoy, la niña de 11 años, recuerda el miedo que sintió ese día y asegura que no volvió a vestir el famoso traje verde con el que fue fotografiada.
La niña afgana Taraneh Akbari fue la protagonista de la fotografía ganadora del premio Pulitzer a la mejor «fotografía noticiosa de última hora».