Diecisiete años después de su última actuación en Venezuela, el dúo de rock sueco Roxette se reencontró el pasado martes con el público caraqueño en un concierto nostálgico que dio inicio a una nueva ola de presentaciones en Latinoamérica, por donde la banda ya pasó el año pasado.
La espera fue larga, pero valió la pena. Desde la última gran gira «Crash! Boom! Bang!», en 1995, los venezolanos no habían visto encima de los escenarios a Marie Fredriksson y Per Gessie.
Las ganas de volver a corear clásicos como «Sleeping in my car» o «She’s got the look» no se hicieron esperar y, con las primeras notas de «Dressed for Success», cerca de 3.000 venezolanos en pie cantaron junto a este icónico grupo de los 80 y 90.
La nostalgia se dejó ver y fue, de hecho, el instrumento más potente y efectivo del dúo, especialmente lucido en las baladas y un poco descafeinado en las piezas más rockeras.