El seminario Educación para transformar al país, transcurrió entre el 18 de febrero y el 26 de noviembre de año 2011 en Caracas.
Durante nueve meses, los treinta participantes trabajaron en 14 sesiones de cuatro horas cada una, en los espacios del Centro de Reflexión y Planificación Educativa (Cerpe), bajo la coordinación de Luis Ugalde.
El resultado de la experiencia se traduce en un compendio de perspectivas y propuestas para la nación que se encuentran plasmadas en el libro del mismo nombre del foro: “Educación para transformar al país” (2012), que fue presentado recientemente.
La secretaría técnica y logística del Foro Cerpe estuvo a cargo de Alejandro Bilbao Oñate y de Ana Guinand; la estructuración y revisión de los trabajos escritos, así como la elaboración de la síntesis final del libro estuvieron a cargo de Leonardo Carvajal y Fifi Pantin.
En la presentación al país del libro, Ugalde expresa preocupación por “la incoherencia de la sociedad venezolana entre las necesidades educativas y la respuesta efectiva a las mismas”, debido a que “reconocemos la importancia de que todos los niños y jóvenes, desde el maternal hasta coronar el nivel medio diversificado, estén en una escuela de calidad”.
Sin embargo, “lo que sorprende y contrasta es que luego dormimos tranquilos junto a una realidad educativa donde millones de jóvenes están fuera de la escuela y la educación integral de calidad permanente, en igualdad de condiciones y oportunidades, es negada a más de la mitad de esos jóvenes y niños”.
Este divorcio entre lo que afirmamos desear y lo que efectivamente hacemos como nación, asegura, “tiene graves consecuencias personales, ciudadanas y productivas que atornillan a Venezuela en su lamentable situación de país pobre condenado a comerse los mangos que caen del árbol petrolero”.
“Golpeados por esa paradoja y deseosos de contribuir a transformar la muy deficitaria educación en Venezuela (sobre todo en el 60% más pobre), un grupo muy diverso de venezolanos nos reunimos con el propósito de estudiar unas propuestas realistas y ambiciosas¡ al mismo tiempo”.
En síntesis, las siete propuestas (de las cuales tres serán presentadas en esa II parte de la página de educación) son las siguientes:
Formar con calidad a todos, como personas, ciudadanos y productores;
Un curriculum centrado en valores y competencias; Una educación que capacite para el trabajo productivo; Docentes valorados y evaluados con justicia; Nueva gerencia para las escuelas, liceos y universidades; Un sistema educativo descentralizado, articulado al entorno digital y las redes sociales y Financiamiento educativo prioritario, equitativo y eficiente.
Formación de calidad
La primera de las siete propuestas es implica Formar con calidad a todos: como personas, ciudadanos y productores. Se basa en la Constitución de 1999, la cual señala en su Artículo 102 que la finalidad de la educación es “… desarrollar el potencial creativo de cada ser humano para el pleno ejercicio de su personalidad en una sociedad democrática basada en la valoración ética del trabajo y la participación activa, consciente y solidaria en los procesos de transformación social…”.
Detallan que el pleno desarrollo de la personalidad individual implica que el proceso educativo debe favorecer que cada quien adquiera un realista conocimiento de sus fortalezas, sus debilidades, sus intereses y aficiones; también deber fortalecer su espíritu de libertad, su pensamiento crítico y su creatividad; debe ayudarle a adquirir competencias prácticas para saber comunicar sus razones y emociones, para saber interactuar dialogalmente con sus semejantes.
En cuanto a la adquisición de ciudadanía, señalan que el ciudadano no nace como tal, sino que se hace a través de la educación, espacio socializador por excelencia.
La ciudadanía es el aprendizaje, teórico y práctico, del ejercicio de los derechos y deberes para con los otros integrantes de la sociedad.
“Es también ciudadanía el respeto, defensa y preservación del ambiente natural y urbanizado.
Educar en solidaridad y ciudadanía es educar con el sentido de un nosotros inclusivo, en el que la realización del yo asume la realización de los otros y la defensa de sus derechos”.
Para formar el ciudadano productivo se debe promover la adquisición de conocimientos científicos y de habilidades instrumentales; la familiaridad con las tecnologías de la información y comunicación; los conocimientos sobre el funcionamiento de empresas y cooperativas; la práctica en la preparación y gestión de proyectos; el desarrollo de una convicción sobre la imposibilidad de lograr los fines que se desean si no se aplican con disciplina los medios necesarios para lograrlos.
Se trata de educar para humanizar
Una educación humanizadora es aquella que forma la integralidad de la persona, potenciando el desarrollo pleno de todas sus dimensiones; la que promueve su individualidad y su pertinencia sociocultural, favoreciendo la apropiación y construcción personal y colectiva de conocimientos, actitudes y habilidades; la que capacita para mejorar la vida personal y la de la comunidad, comprometiendo a las personas en la construcción de una sociedad más justa y humana.
