Los Marlins de Miami podrán contar nuevamente con su mandamás a partir de este martes y Oswaldo Guillén podrá sentarse nuevamente en su dugout y acompañar a su equipo en una nueva era que no ha tenido el mejor de los comienzos.
“Él desea estar acá con los muchachos, y rodearse de toda la emoción que está generando este nuevo equipo”, soltó Joey Cora, quien está haciendo las veces de mánager mientras regresa el criollo.
El último juego que dirigió Guillén fue el pasado lunes en Filadelfia (victoria 6-2), y durante su suspensión, los peces ganaron dos de los cinco juegos que disputaron. Cora agregó: “Tiene un nuevo juguete y aún no ha podido disfrutarlo. Él está esperando con ansias regresar el martes”.
Las expectativas con respecto al retorno de Ozzie abundan. Mucho se ha especulado sobre la posición de los aficionados frente al regreso del piloto; sin embargo, el mañana se podrá observar hasta qué punto las disculpas del venezolano han sido digeridas por la amplia comunidad cubana que asiste al Marlins Park.
Lo cierto es que el estratega está deseando que las horas pasen rápido para unirse a su tropa y empezar a construir un camino ganador tras un arranque un poco flojo del equipo de Florida. Esas victorias podrían servir como catalizador para el perdón definitivo de los fanáticos en Miami.
Guillén tendrá la oportunidad de dirigir durante una serie de tres juegos en casa frente a los Cachorros, antes de salir de gira a Washington.
