Sin dobleces y sin cobardía galopamos hacia el gran triunfo y la instauración de su gobierno de estatus democrático libertad y justicia.
Vamos por el camino acertado y sin perder el horizonte que verdaderamente necesitamos. Tenemos que cobijarnos por la necesaria esperanza que vamos a tomar el poder para deslastrar el propósito velado de un presidente que durante 13 años lo que se ha ocupado es de abultar la pobreza y la mendicidad.
No podemos bloquearnos por el pesimismo ni arrojar por el exacerbado triunfo que la esperanza en la palestra.
El 7 de octubre es el capítulo de una ensombrecida pesadilla que no puede continuar cabalgando por los horizontes logrados con vehemencia y lucha.
Vamos por el camino de una determinada realidad que no podemos pecar que se escape entre los dedos de nuestras manos.
El corcel de la esperanza reeditada la anhelada ilusión de que nuestra patria estará en las manos de hombres y mujeres compenetradas consustanciados con la Venezuela que han querido despojar.
Vamos a seguir en la pelea porque la patria espera todo de su clase dirigente. La alternabilidad en el ejercicio del poder es una tramitación indispensable al justo equilibrio de las libertades públicas y no a una simple devoción fetillista.
Capriles Radonzki remonta los albores de nuestra geografía y junto al corcel de la esperanza continua por el camino de éxito que lo a caracterizado.
Carriles va por la búsqueda de la solución que lo a caracterizado y entroniza con su cuestionable personalidad con la alegría de triunfar y tener un gran éxito.