Luis Alberto García Silva (43) oficial jefe de Polilara, murió tras sostener un enfrentamiento en la zona norte con tres delincuentes. El presunto autor fue detenido y aún están dos personas prófugos de la justicia.
La institución policial amaneció de luto. En cada uno de los rostros de los funcionarios se evidenciaba que algo pasaba y es que se había ido “el número 1” como muchos lo conocían. El funcionario era apreciado y bastante conocido. Sus 18 años de servicio no pasaron en vano. De hecho, cada compañero guardaba un recuerdo grato.
A las 12:30 de la mañana de ayer, con el sonido del timbre en la Comandancia General de la Policía, anunciaban que llegaba el féretro del funcionario caído, su madre, sus hijos, hermanos y demás familiares, no paraban de llorar. La tristeza se apoderó de los pasillos de la 30 en donde hasta el más duro dejó correr lágrimas por su rostro.
La ceremonia de despedida estuvo presidida por el padre Javier Sangronis, capellán de Escupol, Oscar Fréitez, capellán de Polilara, los dos pastores evangélicos Fernando Silva y Hugo Mendoza, porque el hombre de azul era cristiano.
La banda marcial de la institución estuvo a cargo de entonar el himno del estado Lara, así como el de Polilara, momento en el cual más de un funcionario dejó de un lado su uniforme y mostró el dolor de haber perdido a un compañero.
Mientras se llevaba a cabo la ceremonia, uno de sus seres queridos se desmayó y tuvo que ser sacada en brazos. Uno de los hijos de García Silva, no paraba de llorar y gritar de forma desgarradora por su padre.
De manos de Henri Falcón, gobernador del estado Lara, el efectivo recibió su ascenso post-morten al rango de supervisor, además de la máxima condecoración de la institución la Cruz de las Fuerzas Armadas en Primera Clase. Dentro de su hoja de vida se dijo que García Silva era curso 36 de la Escuela de Policía de Coro, ingresó a la Polilara el 5 de enero del 94 y desde el 2010 que empezó la evaluación de los uniformados se llevó el primer lugar por practicar 61 procedimientos. En el 2011 fueron 50 y también le dieron primer lugar. En el año llevaba 22 procedimientos y por ello lo conocían como “el número 1”
A la 1:30 de la tarde el féretro partió hacia el Cementerio Nuevo, lugar en donde le darían sepultura al hombre de azul.
Foto: Ángel Zambrano