En Barquisimeto llueve sobre mojado. Con las precipitaciones de este jueves en la mañana, volvieron a pasar necesidades las familias del oeste y norte de la ciudad, a causa de la falta de drenajes y rehabilitación vial. EL IMPULSO estuvo en los sitios más afectados por las lluvias, los mismos lugares donde reclaman la atención de las autoridades.
La comunidad Prados de Occidente, ubicado en la vía Quíbor, con casi 20 años de fundada, continúa esperando el pavimento. El aguacero de ayer, ocasionó inundaciones en las calles de la humilde barriada, dejándolos prácticamente incomunicados. Dando saltos, para no terminar llenos de barro, salieron los vecinos a trabajar.
Beatriz Rodríguez, habitante y miembro del consejo comunal, declaró que sólo les haría falta el pavimento para contar con un vecindario ejemplar. Explica que apenas cae un rocío, los vecinos tiemblan de miedo, al pensar en las calamidades que se les avecina. En su caso, debió esperar bajo la lluvia, a que le llevaran a su madre, una dama de avanzada edad, para encaminarla hasta su casa y no sufriera daños entre tantos huecos e inundaciones de la vía.
En rancho la vida es más dura
Mientras tanto, en Nueva Esperanza, otro sector afectado por las lluvias, ubicado en el norte de la ciudad, la realidad de sus habitantes es la misma. Desde hace cuatro años, cuando ocuparon el lugar para construir sus ranchos de zinc, donde hoy por hoy continúan viviendo, tienen el deseo de ser alcanzados por la ayuda económica del Gobierno.
Hay pobreza por donde quiera que se mire; los conurbanos se sienten apartados del progreso y anhelan una mejor calidad de vida. Elida Linárez, vecina, explica que el agua de las lluvias se mete hasta las salas de los ranchos. Recordó con tristeza, las veces en las que se han caído los ranchos de sus vecinos, producto de los fuertes torrenciales.
“En noviembre (2011) fue la inundación más reciente, sin embargo, en otras ocasiones hemos pasado sustos con los ranchos desplomados. La Alcaldía de Iribarren, prometió ayudarnos y construirnos casas, pero todavía estamos esperando por las viviendas y los servicios. Cuando llueve, los cisternas no quieren pasar a la comunidad, porque las vías quedan enlodadas”, dijo.
El centro también sufrió daños
Asimismo, el centro de Barquismeto, se evidenció la falta de mantenimiento en los drenajes o, en casos peores, la ausencia de estos desagües en puntos importantes. Tal es el caso de la calle 22, entre carreras 17 y 18, donde se formó la especie de “laguna” que dificulta el paso de los carros particulares y de unidades del transporte público.
En este tramo, los motorizados utilizan las aceras para avanzar hasta la carrera 18 o llegar a la carrera 19, de lo contrario, es imposible salir sin mojarse hasta los tobillos. La responsabilidad de chequear el sistema de drenajes, corresponde a la Empresa Municipal de Infraestructura y Conservación del Ambiente (Emica), basta esperar a que lo hagan.
Por último, en el este de Barquisimeto, hace falta la limpieza del buco de la urbanización Fundalara, que actualmente se observa repleto de maleza debido a la ausencia de mantenimiento. Los vecinos, en reiteradas oportunidades, han expresado preocupación por cuanto abundan las alimañas que salen de los matorrales.
Adicional a la limpieza del buco, resulta indispensable realizar una fumigación en las viviendas para acabar con los roedores, reptiles y otros animales que proliferan en la zona.
Fotos: Daniel Arrieta