Pese a que la Alcaldía de Iribarren retomó ayer la rehabilitación vial de la avenida principal de Cerro Gordo, en la parroquia Unión, los transportistas que prestan su servicio hacia este lado de la ciudad volvieron a manifestar de forma pacífica.
Cerraron todas las vías de acceso, sacrificando otro día de ganancias, con el propósito de hacer presión a la autoridad local y, asegurarse de que culminen con las reparaciones de la capa asfáltica, arruinada “injustificadamente” después de los arreglos que había realizado Invilara.
Jean Carlos Evíes, de la línea de transporte Rapiven, declaró que se mantendrán en protestas, cerrando las calles más importantes de la comunidad hasta tanto reparen por completo la vialidad. “Vamos a cerrar todos los días, mientras estén las máquinas realizando los bacheos, de lo contrario, podrían irse y dejar los huecos”.
Asimismo, exhortó a la Autoridad Metropolitana de Transporte y Tránsito (AMTT) para que se ocupe de la reorganización vial de dicha zona. Explican que tardan hasta dos horas en cola, para avanzar hacia los sectores El Trompillo, El Triunfo, Macías Mujica, Los Sin Techo, entre otras comunidades, debido a la mala señalización y ausencia de semáforos. “Aquí todos hacen lo que quieren, irrespetando el canal de circulación del otro, conduciendo a exceso de velocidad, creando paradas improvisadas, creando un verdadero caos”, agregó el transportista de apellido Evíes.
Mientras tanto, Leonel Díaz, vecino, expuso que es también necesario reparar las vías adyacentes a fin de evitarle molestias a los vecinos y, por otra parte, en consideración con los profesionales del volante, quienes deben disponer de sus ingresos económicos para arreglar el tren delantero de sus vehículos a causa del deplorable estado del pavimento.
El vecino Leonel Díaz ratificó el apoyo de la comunidad de Cerro Gordo con cada uno de los choferes que toman la iniciativa de protestar por la pronta rehabilitación de las calles.
Con la ayuda de mototaxistas, los ciudadanos que viven en el popular sector y en las barriadas vecinas, fue posible llegar hasta los lugares de trabajo y otros destinos. Cerca de dos meses, permanecieron paralizados los trabajos de reparación.
Fotos: Jairo Nieto