Darío Conde Alcalá, miembro de la junta directiva de la Federación Farmacéutica Venezolana, Fefarven, habló sobre la preocupante situación persistente de escasez de la mayoría de los medicamentos regulados.
“El medicamento es un artículo de primordial necesidad, insustituible, cuyos mecanismos de elaboración tienen una altísima preparación bajo los más estrictos controles de calidad”, explicó Conde.
Detalló que el mercado farmaceútico tiene diferentes fases que comienzan en las plantas de producción (laboratorios), fases intermedias (distribuidores y droguerías) hasta el escenario final (farmacias), todos regulados y normados por estrictos mecanismos de vigilancia a través de la Contraloría Sanitaria del Ministerio de Salud.
Los medicamentos regulados tienen un precio que no puede alterarse en ninguna de las cadenas de distribución y venta final, en el país, desde el año 2003 no se aumenta el costo de estos fármacos, lo cual ha traído graves consecuencias.
Trámites y burocracia
Una de las trabas para la fabricación de medicamentos es la entrega oportuna y suficiente de divisas por parte del Estado a los laboratorios que requieren de materia prima importada para la elaboración de fármacos.
“También se importan medicamentos elaborados en su totalidad fuera del país, para los cuales también se requiere la aprobación de las divisas extranjeras, solicitudes que se empiezan a realizar a partir del 15 de enero y tarda más de un mes en su aprobación.
Luego viene el “papeleo” para la entrega de los permisos, documentaciones y solicitudes ante el Instituto Nacional de Higiene Rafael Rangel, quienes son los únicos autorizados en aprobar o no la entrada de un fármaco al país.
Retardados en aduanas
Darío Conde Alcalá mencionó que un gravísimo problema se encuentra en la aduana, para hacer efectiva la nacionalización de los productos que llegan al país.
“Existen mecanismos perversos para retardar la entrega de los permisos, en muchas oportunidades los funcionarios sobornan a los representantes de los laboratorios para entregarles los pedidos, y en el proceso muchos de ellos se encarecen, sin olvidar que los mismos deben estar bajo ciertas condiciones de temperatura, iluminación y refrigeración adecuadas para mantener su efectividad”, explicó.
Entre los medicamentos escasos en la actualidad citó antibióticos de distintas generación, anticonvulsivos (como el fenobarbital), ansiolíticos, antihipoglicemiantes, analgésicos, antipalúdicos, antihipertensivos, productos hormonales como el euthirox, entre otros.
“Algunos pacientes estiran el tratamiento con lo que tienen, pero esto no es lo ideal”, concluyó.
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