Las calles de las parroquias El Cují y Tamaca, no cuentan con la buena apariencia que sus habitantes desean. Ayer, en la avenida principal de El Cují, integrantes de 17 consejos comunales de la zona norte, con dos muñecos elaborados a base de tela, para simular la quema de Judas, hablaron del descontento hacia las autoridades.
Por su lado, Xiomara Mujica, en representación de la parroquia Tamaca, declaró acerca del déficit habitacional que afecta a más de 20 mil familias aproximadamente. Mencionó el caso específico de las residencias Yucatán, a cargo del Gobierno nacional, en la cual habrían sido incluidas grupos familiares de otros puntos de la ciudad.
Asimismo, mencionó el mal de nunca acabar: los huecos en las principales calles. Cuenta que la travesía de movilizarse desde el centro de la ciudad hasta Tamaca, se vuelve más insoportable con los severos daños que presenta la capa asfáltica. En este sentido, reprochan que la Empresa Municipal de Infraestructura y Conservación del Ambiente (Emica), no haya ejecutado hasta ahora, una exhaustiva rehabilitación vial.
Mientras que las fallas en la recolección de basura, es otra de las deficiencias más destacada de las comunidades. “Pagamos a tiempo el servicio, sólo que los desperdicios se observan por todas partes, generando contaminación”, agregó la dirigente vecinal. También extendió un llamado de atención a las autoridades educativas a fin de que amplíen las instituciones de primaria, básica y diversificada ya que presentan hacinamiento.
Solicitan la construcción de un hospital
Carmen Julia Rodríguez, consejera de la parroquia El Cují, declaró acerca de las dificultades que atraviesan en dicha jurisdicción a causa del colapso en los servicios públicos. El agua, por sólo citar un ejemplo, llega a través de cisternas en buena parte de las comunidades. Mientras que los hogares donde reciben el vital líquido a través de los grifos, sólo gozan de dos o tres días del suministro. “El servicio de agua se cumple a medias; las familias sufren para almacenar apenas una mínima cantidad en las pipas”, sostuvo.
Por otro lado, el estado deplorable de las calles mantiene disgustados a los ciudadanos que viven a este lado de la ciudad. Huecos y más huecos, trastocan los recorridos hasta sus hogares y viceversa. Los carros particulares, al igual que las unidades del transporte público, sufren daños considerables en el tren delantero, neumáticos y demás partes de los automotores, generando gastos difíciles de sufragar por los conductores.
No obstante, hay una preocupación mayor que agobia a la parroquia El Cují. La vecina, Carmen Julia Rodríguez, continuó explicando que hace falta un centro asistencial más cercano a las familias que integran dicha parroquia, por cuanto el ambulatorio de Tamaca colapsa con mucha frecuencia.
Foto: Edickson Durán