La innovación reclama un manejo más abundante, universal y eficiente de la información. En lo que casi todo el mundo está de acuerdo es en que hay que innovar, pero…¿qué es innovar?
«Innovar es cambiar abandonando lo poco útil, lo que no es rentable o lo que no aporta valor, para pasar a diseñar y dedicarse a lo nuevo, a lo que viene y a lo que tendrá valor en el futuro».
Se entiende la innovación, hoy en día, como una necesidad cada vez más acuciante en los niveles sociales, económicos y sociopolíticos, cualitativos y cuantitativos, que se producen en el entorno de dos parámetros que determinan la forma en la que las instituciones y empresas, se adecúan a la realidad y se estructuran «por dentro». Estas son la complejidad y la rapidez:
1°.- La Complejidad
Se manifiesta por la intensificación de las relaciones, los continuos intercambios de
información y las interdependencias entre personas o grupos para llegar a ejecutar o resolver una tarea. Dado el alto nivel de conocimientos tecnológicos de la vida diaria se hace necesaria una especialización muy profunda, junto con una interoperación constante entre especialistas.
2°.- La Velocidad
No sólo estamos ante unos nuevos problemas de complejidad. Estamos necesitados de aumentar la velocidad con la que resolver los problemas. El manejo de la dimensión «tiempo de respuesta» (que explicamos hace dos semanas) ocupa una parte significativa del éxito.
Información en la Innovación
1.- Innovar es responder con acierto y velocidad a los cambios, y éstos son siempre oportunidades para unos y amenazas para otros. Los del lado de la «oportunidad» piensan positivamente en lo que puede ofrecer lo nuevo, siempre que se esté dispuesto a cambiar.
Los de la «amenaza» piensan en no cambiar y en tratar de evitar, a toda costa, problemas que los factores externos pueden generarles, dando excusas como, por ej.: «la estructuras la impiden».
2.- La información como recurso estratégico aflora con un nuevo significado reforzado por el potencial y las capacidades casi ilimitadas que aportan las tecnologías avanzadas de la información. El uso eficiente de la información debe ser asumido, por todos, como una capacidad fundamental para dar respuesta a los problemas y a las oportunidades vinculadas a la innovación y al cambio.
Información: ¿por y para qué?
Por y para «conocer», ya que la información adquiere un nuevo significado cuando hablamos de innovación, porque el cambio que la innovación reclama sólo puede construirse a través de un manejo más abundante, universal y eficiente de la información.
Hay que tener en cuenta los siguientes pasos interrelacionados: 1.-Saber lo que se sabe. 2.- Acudir a expertos. 3.- Conocer el entorno. 4.- Decidir a tiempo. 5.- Calcular y proyectar. 6.- Reducir riesgos. 7- Saber manjar la Incertidumbre.
Seguir estos pasos responde al interrogante: ¿por y para qué la información y su uso inteligente?. Se trata de los elementos integrados, clave del conocimiento:
a). Para desenvolverse en un escenario cada vez más dinámico y cambiante que nos obliga a decidir.
b). Porque posibilita aplicar con solvencia el conocimiento disponible vinculando el deseo con la acción que pretende alcanzarlo.
c). Porque es una materia prima muy valiosa pues permite que el conocimiento se aplique.
d). Por cuanto nos aporta datos que permiten decidir, reducir riesgos, saber localizar el conocimiento o la información, calcular y proyectar el pasado hacia el futuro.
e). Y será útil, si hay conocimiento que la necesite, con una finalidad concreta.
De ello se deduce que sin una buena información no se puede llegar a tener un «conocer», próximo tema a exponer el próximo domingo.
Información: ¿cómo darla?
1.- Si se trata del gobierno del Estado:
Darla en forma veraz no mintiendo descaradamente, sirviendo a TODOS los ciudadanos del país, «educándolos» y no haciendo propaganda impositiva.
2.- Si se trata de los políticos de cualquier sigla:
Informándose, previamente, o sea pateando barrios, pueblos, caseríos, urbanizaciones, y contactando con las universidades, empresas y gremios… de forma que cambien su oratoria populista hueca y sus resuelves desde este segundo año del bicentenario de la independencia.
3.- Si se trata de los docentes:
Informarse de sus derechos para no dejarse esclavizar por el gobierno del Estado que no cumple con los Contratos, Normas de Homologación; «escuchar» a los niños, adolescentes y estudiantes universitarios que quieren extraer de la información que reciben verdadero conocimiento, con las características a,b,c,d,e señaladas en el subtítulo anterior.
Tips.- «Las personas grandes hablan de cosas grandes; las personas pequeñas hablan de los demás y los insultan,», reza un dicho popular. ¿A qué grupo pertenecen personas que ejercen cargos -que deberían ser de «servicio a los demás»-, desinformando y focalizando su verborrea sobre otros: críticándolos, acusándolos, insultándolos, despreciándolos irónica y mentirosamente para dejar, en claro, cómo reprueban las creaciones que otras -personas grandes- han dado a luz.
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