En horas de la mañana de este martes, en el sector denominado Piedra Grande, camino al caserío El Hato, cerca de Guama, el olor a carro quemado atrajo a varios motorizados de la zona hasta ese lugar, el cual se encuentra en una empinada y pedregosa carretera, internada unos tres kilómetros de la vía asfaltada que conduce a Humocaro Bajo.
Las personas llegaron justo a Piedra Grande, donde en la falda de un cerro y en plena bajada de la carretera de tierra humeaba una camioneta.
Todavía no eran las siete de la mañana.
Cuando se bajaron de las motos y acercaron hasta el vehículo, quedaron impresionados.
En el interior de la cabina de la camioneta observaron los restos de una persona calcinada, del lado del chofer, donde sólo quedaron huesos quemados.
El fuego consumió el volante, el tablero y el sistema de cableado, los cuales quedaron chamuscados sobre el piso de la carrocería del vehículo, igualmente presa de la candela.
A los pocos minutos llegaron comisiones del Cuerpo de Policía de Lara, del puesto de Humocaro Bajo; efectivos dela Guardia NacionalBolivariana del 5to Pelotón, destacados en esa población y una comisión del Cuerpo de Bomberos de El Tocuyo, quienes se apostaron en el sitio y acordonaron el área del suceso haciendo un semicírculo con un mecate que rodeó el carro, para preservar las evidencias.
Posteriormente se acercaron al lugar familiares de la persona fallecida.
Uno de ellos fue el ciudadano Egidio Quintero, quien inmediatamente identificó a su tío y la camioneta.
“Me llamaron a las 6:30 a.m. para darme la mala noticia que mi tío estaba muerto”, acotó.
Informó que el hoy occiso respondía al nombre de Emiliano Quintero Ramos (65), vivía en la calle 13 de El Tocuyo y era educador jubilado, quien durante algunos años se desempeñó en instituciones educativas del municipio Torres y luego en Morán.
Más tarde hicieron acto de presencia Juana Liboria Quintero y Rosa Angelina Quintero, hermana y sobrina del quemado, respectivamente.
Juana indicó que todo era un misterio en torno a la espantosa muerte de Quintero, ya que la camioneta quedó en sentido contrario a la dirección que llevaba, como si alguien lo hubiese devuelto bajo amenaza.
No se mostró convencida que el vehículo se incendiara por una falla o un accidente.
“No me explico qué le pudo haber pasado”, ¡Dios mío!, señaló, ¿Sería que lo mataron, porque la inseguridad en esta zona no se aguanta, o tuvo un accidente de tránsito? Se preguntó, pero ni las autoridades presentes tenían las respuestas a sus interrogantes; era muy prematuro que los funcionarios emitieran un juicio sobre el caso ocurrido hacía pocas horas.
Acotó que Quintero salió a las 10:30 p.m. del lunes de su casa en El Tocuyo, donde vivía con una hermana de nombre Francisca Quintero, y se trasladó para el caserío El Hato a buscar a María Tomasa Quintero, otra de sus hermanas, para llevarla este martes al CDI del sector Los Palmares, en Los Dos Caminos, en Morán, debido a que hace dos años sufrió un accidente cerebro vascular y requería rehabilitación. Está inmóvil.
“Todos los lunes hacía lo mismo, él era el único que llevaba a mi hermana al CDI”, expuso Juana, con profundo dolor.
Recordó que él era el único varón de siete hermanos, y de 6 sus hermanas quedan dos, ella y María, el resto falleció, la más reciente María Hipólita Quintero, (81) cuya última noche se realizará hoy.
Funcionarios del Cuerpo de Bomberos ubicaron evidencias entre los latones quemados, como un pedazo de cable y piezas fundidas por el fuego, para someterlos a investigación y precisar el origen del siniestro.
Una comisión del Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas, subdelegación Barquisimeto, estuvo en la escena violenta y practicó las correspondientes labores.
Procedió a colectar los restos óseos de la persona quemada y los trasladó hasta la morgue del Hospital Central Universitario Dr. Antonio María Pineda.
Los mismos serán sometidos a exámenes forenses para determinar la verdadera causa de la muerte.
Zona de alta inseguridad y peligrosidad
El Hato, donde en extrañas circunstancias murió quemado el educador Emiliano Quintero Ramos (65), se trata de una zona tomada por delincuentes, principalmente motorizados provenientes de otros lugares, que impiden la estadía de turistas en los balnearios del río que atraviesa Humocaro Bajo, según habitantes.
Revelaron que un funcionario del INTI fue asaltado la semana pasada cerca del sectorLa Estanciapor parte de motorizados, quienes luego de someterlo bajo amenaza de muerte lo despojaron de un bolso contentivo de dinero en efectivo.
También hablaron sobre el atraco a una joven el lunes. Dos hombres en moto le arrebataron el escaso dinero que llevaba.
Precisaron que los antisociales se roban hasta cuatro motos en una semana.
Mayor preocupación les causa el hecho de que el turismo se acabó en la zona deLa Estanciapor culpa de la inseguridad y la poca vigilancia policial en estos atractivos lugares.
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Fotos: Ángel Zambrano