El retardo en la ejecución del aliviadero de la represa del Sistema Hidráulico Yacambú-Quíbor y del reforzamiento de las diferentes áreas de regulación, así como la falta de mantenimiento e impermeabilización de la losa de concreto, no puede ser considerado como una excepción dentro de las obras públicas que le ha correspondido continuar a este gobierno.
Al respecto, el ingeniero Manuel José Cols Briceño, ex presidente de la hoy desaparecida Fundación para el Desarrollo de la Región Centroccidental (Fudeco), manifiesta que lo mismo ha ocurrido con el Metro de Caracas, el embalse Dos Bocas, el hospital militar de Barquisimeto, el sistema de transporte masivo (Transbarca), la planta de aguas servidas de Barquisimeto y Cabudare.
La lista es muy amplia y de la misma no se puede obviar el desastre del Sistema Eléctrico Nacional, el caos en que se encuentra sumida Pdvsa, el despilfarro y la corrupción en Mercal y Pdval, la crítica situación por la cual está atravesando Agropatria, la destrucción de cientos de fincas y, en general, todo lo que el gobierno ha asumido y carece de un manejo gerencial.
Los organismos, institutos y empresas han sido convertidos en cajas chica del Partido Socialista Unido de Venezuela, violando toda la normativa legal y los más elementales criterios administrativos, expuso. Se han utilizado los recursos con todo tipo de fines proselitistas, sin sonrojarse.
Rafael Ramírez le salió al paso a una denuncia de proselitismo político dentro de Pdvsa, afirmando que esa empresa ahora es rojo rojito, y el presidente de la República, Hugo Chávez, lo congratuló.
El ingeniero Cols Briceño, quien dejó de presidir Fudeco (la Fundación que inició los estudios del proyecto Yacambú-Quíbor) en el 2003, dijo que para esta fecha se continuaba trabajando en la perforación del túnel, labores que finalizaron en el 2008.
Al salir el ingeniero Miguel Nucete de la empresa Sistema Hidráulico Yacambú Quíbor (SHYQ) comenzó la debacle de la organización y del proyecto.
Comenzó el reparto del botín, aseveró. Eliminaron la Comisión de Licitaciones, la cual era garante de la transparencia y calidad de las contrataciones. La sombra cubana se hizo presente en el proyecto.
La situación que se observa hoy ha desvanecido las expectativas de desarrollo y las inversiones buscan otros horizontes, indica. Hay que establecer responsabilidades.
Foto: Elías Rodríguez