La Universidad debe velar por garantizar la calidad de los profesionales que egresan de sus aulas, y para lograrlo, centra su atención en el estudiante desde antes de iniciar su recorrido por las diferentes asignaturas que lo llevarán a convertirse en profesional.
En la actualidad, cuando se aprecian debilidades en la formación de los jóvenes en la etapa secundaria, se ha convertido en un compromiso para la universidad tomar las acciones que le permitan al estudiante alcanzar el éxito en la vida universitaria.
Esta es la motivación que llevó a los profesores Jham Papale y Ayolaida Rodríguez, docentes del Decanato de Ciencias de la Salud de la Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado, a realizar el proyecto del Curso Preuniversitario para las carreras de medicina y de enfermería, a solicitud de las profesoras Olga Tovar, coordinadora del programa de medicina; y de Noris Zambrano, coordinadora del programa de enfermería; el cual fue aprobado por el Consejo de Decanato de Ciencias de la Salud, en abril del año 2011.
El objetivo general es fortalecer los conocimientos, habilidades y destrezas en el área humanística y científica, necesarias para afrontar con éxito sus estudios universitarios, y para promover el desarrollo de una actitud positiva hacia el estudio y el crecimiento personal.
Los profesores Jham Papale y Noris Zambrano, explicaron que con este proyecto se busca abordar las limitaciones que se evidencian en el área humanística, referida a los conocimientos en las ciencias sociales, a través de los módulos del lenguaje, el autoconocimiento y las estrategias del aprendizaje.
También se aborda el área científico-técnica, referida a los conocimientos de las ciencias exactas y naturales, mediante los módulos de matemática, química general, química orgánica, biología y física.
En tal sentido, la intención es lograr que los estudiantes apliquen correctamente estrategias de comunicación escrita en situaciones académicas; empleen estrategias para la comprensión de textos académicos; además se busca promover el conocimiento sobre sí mismo, desde el punto de vista cognitivo, afectivo y físico, para que de esta manera pueda comprender las situaciones que experimenta durante su adaptación al mundo universitario.
Tiene, además, como propósito consolidar los conocimientos básicos en las áreas de las matemáticas, química y biología, y estimular los valores de auto aprendizaje, trabajo en equipo, solidaridad, respeto y responsabilidad, por medio de estrategias de aprendizaje tanto en la modalidad a distancia como en la presencial.
Este curso se desarrolla en la modalidad a distancia, para lo cual cuenta con el apoyo del Sistema de Educación a Distancia, Seducla. Sólo el módulo de autoconocimiento de dicta en la modalidad presencial; lo que ha permitido atender a 887 estudiantes desde el año 2009, y hacer frente a las limitaciones de planta física que posee el Decanato de Ciencias de la Salud.
Aclararon que existen áreas comunes para las dos carreras, pero que, en algunos módulos, existen diferencias de enfoque, por ello, se busca atender las particularidades de cada uno de los programas.
Hicieron énfasis en que, aun cuando es obligatorio para el estudiante realizar el Curso Preuniversitario, su reprobación no incide en el ingreso a la carrera, por cuanto los cupos en la UCLA son asignados directamente por la OPSU.
Sin embargo, los profesores Papale y Zambrano consideran que los estudiantes deben apreciar esta iniciativa como una oportunidad para refrescar conocimientos y superar las dificultades con algunas asignaturas. Aquellos jóvenes que obtienen resultados sobresalientes reciben credenciales por mérito académico, lo que constituye un importante incentivo.
Así evolucionó
La consolidación de un proyecto implica el desarrollo de diversas fases, en las cuales es posible determinar el acierto de las acciones que se han ejecutado. Así ocurrió con el Curso Preuniversitario, por cuanto se dieron varios pasos hasta configurar la propuesta actual.
En tal sentido, el profesor Jham Papale recordó que este proyecto comenzó a tomar forma en el lapso 2009-1 cuando se empezaron a dictar en línea las asignaturas química general, y química orgánica, y se incluyó el módulo de estrategias de aprendizaje en la modalidad presencial. En el lapso 2010-1 se dio inicio al módulo de lenguaje en línea. Los cambios continuaron en el lapso 2010-2, cuando se pasa a la modalidad en línea el módulo de estrategias de aprendizaje, y se abrió el módulo de biología.
En el año 2011, se produjeron innovaciones importantes, por cuanto se realizó por primera vez la prueba diagnóstica para los módulos de lenguaje, matemática, química general, química orgánica y biología; además se comenzó a efectuar la prueba final, lo cual ha permitido determinar, con resultados preliminares, la efectividad del Curso Preuniversitario.
En este período también se estableció, para las notas definitivas, un porcentaje del 30 por ciento para las pruebas en línea y un 70 por ciento para la prueba final presencial; aunado a ello se empezaron a desarrollar las actividades recuperativas para los estudiantes que resultaron aplazados en uno o más módulos.
Iniciativa justificada
La propuesta del Curso Preuniversitario tiene su sustento en los datos proporcionados por la Unidad de Registro Académico del Decanato de Ciencias de la Salud, según los cuales durante los lapsos 2008-1 hasta el 2010-1 se registró, en la carrera de enfermería, bajo promedio de calificaciones con elevado número de repitientes en los dos primeros semestres; mientras que el mayor porcentaje de deserción se concentró en el primero y en el séptimo semestre.
En el caso de la carrera de medicina, la situación no es muy diferente, por cuanto la deserción se extiende hasta el tercer semestre de la carrera y se registra bajo promedio de calificaciones en una asignatura del primer semestre.
Aunado a esta situación, el profesor Papale citó los resultados obtenidos en el estudio realizado por la Unidad de Apoyo a los Estudiantes de Nuevo Ingreso con un grupo de bachilleres de nuevo ingreso de las cohortes 2009-1 y 2010-1, el cual permitió determinar que en la cohorte 2009-1 existe mediana competencia lingüística, por cuanto mostraron deficiencias en la aplicación de técnicas de lectoescritura, aun cuando se evidenció un uso aceptable de vocabulario apropiado.
Asimismo, en el grupo de estudio de la cohorte 2010-1 se detectó una competencia comunicativa inadecuada; y en materia de estrategias de aprendizaje en general, se determinó que los jóvenes poseen buenos hábitos de estudio.
Explicó que al analizar las potencialidades de estos estudiantes, desde la teoría de las Inteligencias Múltiples de Gardner (1983) la cual comprende varios tipos de inteligencias: lingüística, lógica matemática, espacial, musical, corporal cinestésica, intrapersonal, interpersonal y naturalista; se pudo conocer que las inteligencias lógico-matemática y verbal lingüística, ocupan el tercer y cuarto lugar.
Profundizó en este punto, cuando indicó que al estudiar, específicamente, el área del lenguaje, se encontró que su dominio es medianamente deficiente y deficiente, lo cual indica que, independientemente del promedio de calificaciones con el cual ingresan a la carrera, los estudiantes presentarán dificultades con el uso del lenguaje, con el empleo del pensamiento complejo, con la comprensión de las abstracciones, con el establecimiento de relaciones y al momento de realizar inferencias.
Su experiencia docente, le permite manifestar que estas limitaciones pudieran tener influencia en el posterior desempeño académico y en la adaptación a las exigencias de la vida universitaria.
