Con la puesta en vigencia de la Ley de Costos y Precios Justos, promulgada por el Gobierno Nacional, son muchas las dudas que aún deambulan por la mente del consumidor.
Para quienes se quedan en la primera impresión, la medida representó únicamente la regulación de productos que se vendían a cierto precio y ahora cuestan menos.
Sin embargo, para algunos la lectura es otra. “Si el Gobierno pretende dar la impresión de que con esta regulación bajará la inflación, está bien equivocado porque en Venezuela hay un problema cultural que impulsa a muchos a enriquecerse y buscarle la vuelta a las leyes para mantener sus ganancias. El cliente padecerá la inflación igualmente”, dijo el propietario de un negocio que prefirió resguardar su identidad.
Otra consecuencia que verá el consumidor es que la variedad de marcas desaparecerá.
Sí habrá el producto por cada rubro, pero sin mayor posibilidad de escoger.
Inclusive, la Gaceta Oficial donde se especifican los nuevos precios de al menos 600 productos revela que algunos en lugar de bajar, subieron.
Este lunes ya se registraban algunas quejas entre usuarios que no conseguían algunos elementos de su mercado convencional, mientras que en otros prevalecía la duda por la incidencia de este nuevo instrumento legal que en esta ocasión centró su objetivo en artículos de consumo masivo como champú, detergentes, jabón de tocador, entre otros.
Fotos: Daniel Arrieta