El jefe del Estado húngaro, Pal Schmitt, implicado en un escándalo de plagio en su trabajo universitario de doctorado, anunció su dimisión este lunes ante el Parlamento.
«Dado que según la constitución, la persona del presidente debe representar la unidad de la nación húngara, y que mi persona, desgraciadamente, ha pasado a ser sinónimo de división, siento que mi deber es alejarme de mi cargo», declaró ante los diputados.
«Siento que mi deber es (…) entregar mi mandato de presidente», declaró.
En un primer momento, este fiel amigo del primer ministro conservador Viktor Orban, había rechazado dimitir después de que la semana pasada le fuese retirado su doctorado, considerando que «no había relación» entre su tesis y su función de jefe del Estado.
El 29 de marzo, el Senado de la Universidad de Semmelweiss de Budapest le había retirado el doctorado, calificando de «plagio» su tesis sobre la historia de los juegos Olímpicos que había sostenido hace veinte años.
El Senado había justificado su decisión afirmando que la tesis de doctorado no respondía «a los métodos científicos, ni éticos».
Schmitt declaró ante los diputados haber «hecho un trabajo honrado» y estimó que la universidad «no tenía el derecho» a retirarle su doctorado.
El semanario húngaro HVG había revelado el caso a comienzos de enero presentando extractos de la tesis de Pal Schmitt, de 69 años, que aparecía como la traducción del texto en francés de un experto búlgaro, Nicolai Georgiev: «El tomar el trabajo del búlgaro Georgiev, en 180 de las 215 páginas de la tesis de Pal Schmitt, hace sospechar un plagio».
En 2011, en Alemania, un espectacular caso de plagio en una tesis universitaria había obligado a la dimisión al ministro de la Defensa, Karl-Theodor zu Guttenberg, entonces personalidad política en crecimiento en el seno de la democracia cristiana (CDU-CSU).