Venezuela no tiene un conflicto armado, pero el aumento de los índices delictivos en la última década la sitúa como el tercer país más inseguro del continente.
Según el ranking, sustentado en las tasas de homicidios de un informe de Naciones Unidas, lo encabezan Honduras y El Salvador, dos naciones centroamericanas que pasaron de una guerra de guerrillas a una sangrienta lucha de las maras (pandillas armadas).
Con una tasa oficial de 48 homicidios por cada 100.000 habitantes, Venezuela supera a México, cuya tasa se ha mantenido estable en 18 asesinatos por cada 100.000 habitantes, a pesar del conflicto armado con el narcotráfico. También está por encima de Colombia, que logró bajar ese indicador a 41,8% en 2 décadas, en medio de una guerra de grupos irregulares y una lucha encarnizada entre carteles de la droga.
Con una tasa oficial de 48 homicidios por cada 100.000 habitantes, Venezuela supera a México
Brasil es otro país del continente que constituye un ejemplo exitoso en la superación de los índices de inseguridad y violencia. Aunque había tenido un incremento durante las últimas 2 décadas, al pasar de 19 a 24 homicidios por cada 100.000 habitantes, este repunte ha sido controlado eficazmente por sus gobernantes con estrategias y políticas.
El sociólogo y director del Observatorio Venezolano de Violencia, Roberto Briceño León, ha determinado que en Venezuela hay tres factores fundamentales que deberían regir a la sociedad y que no se cumplen: el primero es el rechazo al elogio a la violencia y el incumplimiento de las leyes; el segundo, la protección real que deben proveer los cuerpos de seguridad a los ciudadanos, y finalmente, debería existir un castigo eficaz a los delincuentes.
“En Brasil y Colombia se decidió que se reforzaban las instituciones y se hacía cumplir la ley. En ambos países se condenó la violencia y a los violentos. Se decidió perseguir y desarmar a los delincuentes, y en Venezuela eso no existe”, dijo Briceño León.
Con Colombia, más que 2.219 kilómetros de frontera, nos une una tradición cultural. Sin embargo, se han copiado tipos delictivos que han influido en nuestra realidad, como el secuestro, el sicariato y el narcotráfico.
Por su parte, el sociólogo Hugo Acero, asesor en materia de seguridad durante la gestión de Antanas Mokus como alcalde de Bogotá, señaló que en el caso de la violencia en Venezuela un aspecto fundamental es la cantidad de armas de fuego ilegales que hay en manos de civiles. “A diferencia de Colombia, puede que no tengan conflicto armado pero tienen a toda la gente armada. Entonces, ese es el riesgo más alto para que en cualquier problema termine en muertos y heridos”, dijo el experto.
Asimismo, el sociólogo Luis Cedeño, director de la organización no gubernamental Paz Activa, aseguró que Venezuela tiene 10 años de atraso en materia de políticas públicas orientadas a la disminución de los índices de violencia. “Mientras que todos los países del continente han mantenido o bajado sus indicadores, en el país se han elevado“, agregó.
Venezuela tiene 10 años de atraso en materia de políticas públicas orientadas al combate de la violencia
Cedeño indicó que en el modelo de la ONU existen seis factores que fomentan el incremento de los índices delictivos, como son la crisis institucional, el contexto socio-urbano, el capital social, el delito organizado, la crisis penitenciaria y los problemas económicos, pero que en Venezuela no priva uno en especial sino que están todos y adicionalmente hay otra batería de elementos que agravan el panorama.
“Lo primero que debería suceder en Venezuela es que los gobernantes reconozcan que tienen un problema grave, que hay que resolverlo, que no es momentáneo sino que se está complicando. Que reconozcan que si no trabajan en equipo las instituciones de seguridad y justicia nacionales y locales con los gobernadores y alcaldes será muy difícil, y que si además no existe una política pública en esta materia ni hay recursos, peor aún”, dijo Hugo Acero.