El deporte y sus protagonistas, no escapan a esta realidad. A veces, aficionados, cronistas y los propios hombres y mujeres que trabajan en el discurrir de las disciplinas (atletas, entrenadores, directivos y jueces) se preguntan el por qué Venezuela, mediante sus clubes profesionales, sus deportistas rentados y amateur, no han dado un siguiente salto de calidad que los convierta en definitiva potencia internacional.
La respuesta que da el entrenador de baloncesto Silverio Leal, una gloria larense del deporte de las canastas y quien ha conversado el tema con otros hombres valiosos de su generación, como Cruz y Luis Lairet, Manuel Silvera, Giovanni Fraíno, Juan Yajure, Henry Zambrano, Jorge Adamez y Omar Méndez, entre otros, es muy contundente: “no hay valores, falta amor al juego e identidad con la franelilla”.
Carencias de base
Sentado en uno de los bancos del Domo Bolivariano de Barquisimeto, su lugar de trabajo como asistente técnico para los Guaros de Lara enla LigaProfesionalde Baloncesto, Leal comparte una preocupación que hacía tiempo había querido plasmar por escrito, al ser eterna conversación y preocupación dentro de su gremio.
“Uno de los factores principales en la formación de los valores y los hábitos, es el hogar”, comenta. “Nos encontramos en el deporte con adolescentes que tienen fracturas en el hogar. Padres o madres que no lo son, o son hijos adoptivos que descuidan la educación, no completan la primaria o la secundaria, no van a la universidad, crecen en un ambiente hostil y lo que reina para ellos es el dinero”.
Dice que a menudo, los firmados al profesional, por su talento, desconocen sobre los valores. “Para ellos no significa nada la franelilla, no se identifican con el entorno del equipo para el que juegan y sólo les preocupa cuánto les van a pagar para subsistir. El que da más, para ese juego. Pasan una etapa muy corta de su vida de equipo en equipo, sin amor por el juego”.
En los deportes de conjunto, explica, es complicado “tratar de dirigir a siete u ocho jugadores que tienen esa característica. No son triunfadores porque tienen malos hábitos, aunque sean buenos en el juego. Si no les pagan una cifra o no les dejan cierto número de camiseta, no juegan igual o caen en envidias”.
A su juicio, eso ocurre por “no tener madurez para entender que deben cuidar su imagen como hombres y atletas” y porque “no están contentos con lo que hacen”. “Hay que rescatar la familia, que desde la base le enseñen la importancia de las matemáticas, la cultura general y su país. Que vean el sacrificio de un padre honrado para mantenerlos”.
Luego, llega la cuenta regresiva cuando se acaba la carrera. “El dinero se gasta en carros lujosos, zarcillos cosas materiales, pero al final van a vivir con su mamá porque no compraron una casa o viven una etapa de decadencia. Luego de 30 años en juego, pasan a cuidar una puerta o hacer trampas. Empieza el desespero y vienen los problemas”.
Vivencias que marcan
Leal nombra a jugadores de antaño, entrenadores y actuales jugadores de la liga, cita ejemplos y comparte vivencias que marcan. “Hoy en día creen que por ganar 20 mil bolívares al mes, sobrevivirán toda la vida. El baloncesto es un medio para subsistir, pero no es el fin. Hogar, primaria, secundaria y la universidad, mas lo que te enseña la vida y tu entorno, son el verdadero fin”.
“A algunos padres les interesa es cuánto le van a dar al muchacho para resolver sus problemas económicos. Eso deben resolverlo con su propio trabajo y no quitándole el grado de instrucción y la responsabilidad de ir a la escuela a sus hijos, a cambio de dos o tres bolívares”, afirma con seriedad.
Le duele que no haya una preocupación real por la generación de relevo en las selecciones de Venezuela. “Una vez me monté con una selección juvenil y fuimos a Apure. Cuando nos regresábamos, se habían robado 12 toallas del hotel y no nos dejaban ir. Sólo cuando los amenazamos con suspenderlos, empezaron a caer las toallas por las ventanas del bus. Eso hay que atacarlo porque nos está matando”.
Luego habla de los peligros del ego. “Algún jugador se me acerca después de un juego y me pregunta si marcó bien. Lo único que le digo es: perdimos, viejo. Me responde: sí, pero yo cuando entré lo hice bien. Y le repito: pero perdimos viejo. ¿Cómo ser campeón con un ser humano así?”.
Se encoge de hombros al analizar si el mensaje que trata de transmitir, es escuchado en los camerinos. “Unos me escuchan, otros se hacen los locos y otros me dicen que somos de épocas diferentes, pero yo no estoy comparando épocas, ni diciendo si era mejor o peor que nadie”.
Dice que ni siquiera con todo correcto, hay garantías de éxito, menos aún con carencias. “Hay otros que también se preparan para enfrentarse contigo y ver quién es mejor que quién. Hoy te gano y mañana será otro día. En esa lucha estamos. Hay jugadores que no se aprenden 40 o 50 ofensivas de Tony Ruiz, pero sí aprenden canciones de rap. Debería ser más difícil eso que saber por qué se hace una cortina en cierto momento”.
Lamenta hasta que no se coma en grupo en los equipos. “A veces comen tres aquí y diez allá, porque cada quién es libre. Ese no es el deber ser en un equipo. Sólo comen juntos si un directivo hace una parrilla e incluso hay subgrupos. Los equipos exitosos manejan esos detalles. Guaros va a ser una gran familia porque hay preocupación por esas cosas”.
Concluye con el pensamiento de que Venezuela, “debe unirse y buscar el bien común de sus muchachos y muchachas para que el país y el deporte mejoren. Hemos crecido y no todo está mal, hay cosas que han cambiado para bien pero otras siguen mal. No es cosa de política sino de que cada ciudadano tenga el deseo de trabajar y fomarse. Así, al hablar, tendremos argumentos para hacerlo”.
Referencias en tiros libres
Cruz y Luis Lairet (ex campeones nacionales)
“Hablando con ellos en Margarita, me decían que no hay valores y que los jugadores están robando a los dueños”
Jaiker Cham (ex prospecto larense)
“Jaiker Cham tenía una buena base: su familia yla UCLA.Loprimero que investigó la universidad mormona que se lo llevó fue quién era él, cómo era su hogar y su entorno”
Gregory Echenique (centro de la selección nacional)
“Tiene a su mamá prácticamente metida en Estados Unidos, viéndolo formarse como atleta y como ser humano”
Greivis Vásquez (tercer NBA nacido en Venezuela)
“De él puede hablarse mucho porque salió de un barrio. Trabaja duro para mantenerse en la élite, como lo hicieron Carl Herrera y Oscar Torres”
Freddy Toro (jugador de Guaros y abogado)
“Es un ejemplo porque es un muchacho joven, tiene una base sólida que son su mamá y su papá. Le dijeron que podía venir aquí pero se preocuparon por sus semestres, le decían que agarrase materias por Internet y qué hacer con su tiempo libre”
Francisco “Paco” Diez (entrenador nacional)
“Nos dijo una vez en un curso de entrenadores que, aunque no lo creamos, tenemos que volver a empezar con el pase, el drible y el lanzamiento. Que el entrenador tiene que ser guía y estar pendiente de la educación del joven, para no seguir criando malandros”
Shaquille O’Neal (ex estrella NBA)
“Estudió hasta segundo año y saltó al profesional y al retirarse, volvió a la escuela para graduarse, después de viejo. Lo hizo por su papá. Allí está otro ejemplo”
Omar Walcott (ex selección nacional)
“No sé cómo llegó a Venezuela, pero llegó, se puso la camiseta y la defendió con ahínco y pundonor, pero un flagelo (la droga) lo dañó. Eso es una enfermedad que se trata con médicos. No se trata de darle dinero para que compre una casa”
Jermaine Walker (alero de Guaros de Lara)
“Un día, en la mitad de la cancha, preguntó a todos si es que no se sabían el Padre Nuestro, porque no se les entendía. Les dijo que así no podía hablársele a Dios, porque no iba a protegernos. Luego lo repetimos y lo tradujo a los gringos. Es un hombre de valores y que quiere a su equipo”
Víctor David Díaz (alero de Guaros de Lara)
“Preguntan que por qué hay que darle importancia, si está viejo. Él nos da lo que muchos no pueden: valores, enseñanza y una ayuda. ¿Qué con eso no se gana? Si lo quito y pongo a otro tampoco hay garantía de eso. Él los supera en lo académico y deportivo”
Las frases
“Uno de los factores principales en la formación de los valores y los hábitos, es el hogar”
“Uno jugó por dos lochas, es verdad, pero teníamos mística y había otras cosas en qué pensar, como ir a la escuela. Combinábamos una cosa con la otra”
“El baloncesto es un medio para subsistir pero no es el fin. Un título universitario debería ser un objetivo. Aquí los padres piensan es en cuánto dinero le pagarán a su muchacho”
“El jugador que no sabe por qué, cómo y cuándo va a hacer algo en una cancha, es como el que trata de tomar sopa con un tenedor, teniendo una cuchara (la preparación) justo enfrente”
“Hay aficionados que creen tener derecho a ofender a alguien por haber pagado una entrada y estar sentados en una tribuna. La autoridad tiene que sacarlos y que se pongan al día con sus valores afuera, sean quienes sean”
“Como venezolanos estamos desunidos y es un mal que estamos viviendo, en lo moral y en lo político. Si no nos formamos como seres humanos, vamos a deambular en lo que hagamos, pensando sólo en el yo”
“La teoría te la da la educación y la práctica te la dan el deporte y la cancha”
El personaje
A sus 55 años, el larense Silverio Leal lo ha dado todo por la entidad en distintos roles dentro del baloncesto profesional. Como jugador, llegó a ser considerado uno de los mejores del país entre finales de la década de los 70 y la década de los 80 por su fino disparo, oportuno pase y entrega en defensa, en la era dela LigaEspecial.
Luego, como entrenador, ha trabajado por más de 10 años como formador de jóvenes talentos en selecciones de categorías menores para la asociación local de la disciplina, ha sido asistente técnico en equipos profesionales e incluso comandó a los Duros de Lara para hacerlos campeones dela LigaNacionalde Baloncesto (LNB) en 2008
“Si tienes valores, sabes distinguir la diferencia entre lo bueno y lo malo”
Foto: Luis Salazar