Los Guaros de Lara (9-18) perseveraron y vieron rendir frutos a su pegajosa defensa, su cuidadosa selección de tiro, su notable mejoría en la línea de tiros libres y, sobre todo, su actitud de fe y concentración, desde el que más anotó hasta el que no jugó ni un minuto, en ruta a una victoria clave frente a los Guaiqueríes de Margarita (14-13), 86-82, en el primero de dos encuentros de una serie a completarse esta tarde a la 1.00 en el Domo Bolivariano de Barquisimeto.
Fue la noche en la que dos compañeros de equipos se dieron golpes -Richard Lugo y Darius Adams en el último cuarto- y un jugador pareció redimirse ante sí mismo, ante sus compañeros y ante el equipo y lloró de felicidad al terminar el partido (Smush Parker).
Un Parker colectivo, un Padro Machado brioso en la pintura y un Heissler Guillent acertado en sus disparos comandaron a los locales a dominar el primer parcial 23-22 a pesar de un par de bombazos de Adams y canastos tempraneros de Lugo y Rogers Washington.
En el segundo cuarto, Guaros tuvo ventaja de seis puntos (40-34) pero la visita cerró mejor el parcial y borró los canastos de Guillent, Parker, Machado y Carlos Morris con ofensivas rápidas y oportunismo cerca del aro gracias a segundas oportunidades concedidas en el rebote. Así, los equipos se marcharon al descanso con ventaja para el local, 42-40.
Pulso firme
Los robos de balón dieron a Guaros la oportunidad de extender su dominio a 61-56 con buenos minutos de René Farías mientras Parker descansaba por problemas de faltas, un Hassan Adams muy activo en la defensa y un John Millsap incansable y que se combinó con Guillent para nueve de los 19 puntos del equipo en ese tercer parcial. Así restaron fuerza a los nueve de Adams y los cinco de Tulio Cobos.
Se crecía Cobos en los últimos diez minutos hasta con 10 puntos y Guaiqueríes llegó a estar arriba (73-68) a falta de 4:35, pero rebotes ofensivos de Deivis Añanguren, triples de Millsap y Parker, la carrera de Guillent y el pulso firme en la raya de tiros libres, dieron el triunfo a Guaros. Toca barrer para seguir vivos.
Smush Parker lo celebró con lágrimas
El base estadounidense Smush Parker fue abrazado efusivamente por el coach Derrek Baker al finalizar el partido en el cual Guaros de Lara derrotó a Guaiqueríes de Margarita 86-82 en el Domo Bolivariano. Había anotado 19 puntos, anotado tiros libres y capturado balones claves sobre el final y volvía a ser el de siempre. La rabia contenida por recientes infortunios, se transformó en un llanto que el público agradeció con gritos de ánimo y aplausos.
“Yo había empezado a sentirme como el culpable de las derrotas del equipo, sentía que cuando jugaba siempre el equipo perdía. Fue un momento muy emocional para mi pero fue un momento para todos en este equipo, porque sabía que podía hacer las cosas mejor y ayudarlos a luchar por un lugar en los playoffs”, dijo mientras secaba esas lágrimas, rodeado por decenas de aficionados.
El coach Baker dijo luego en rueda de prensa que lo que desea es “darle confianza a todos y que la tengan en sí mismos. Hoy hicimos las cosas bien pero mañana hay que salir a hacerlas con más intensidad. Agradezco a Edgar Lugo porque no jugó ni un minuto pero su mente estaba en el partido. Fue él quien me recomendó insistir con la zona porque el rival no tenía lanzadores sobre el final”.
Ovación a Diego
El público de Barquisimeto dio una muestra de madurez y pareció borrar una vez más la vieja herida que albergaba el corazón del base larense Diego Guevara, por haber sido pitado en el pasado cuando visitaba el Domo Bolivariano como jugador de otro equipo. Esta vez, cuando fue llamado a jugar, el ahora pieza de los Guaiqueríes recibió un merecido aplauso.
La nota negativa fue el incidente a golpes protagonizado por dos compañeros de equipo, Richard Lugo y Darius Adams, en el cuarto decisivo.
Foto: Luis Salazar
