Las visitas al médico son muy importantes cuando se está embarazada, ya que el control prenatal es esencial para un buen embarazo. Una vez que se confirma que un bebé viene en camino, lo primero que se debe hacer es visitar a un médico ginecólogo u obstetra de confianza para cuidar muy bien tanto a la mamá como al niño(a)
En esta primera consulta prenatal, se hará una primera evaluación para revisar que la madre se encuentre en buen estado de salud, por lo que resulta completamente normal que se realicen exámenes de sangre, orina, medición del peso y un chequeo de la presión arterial (son exámenes prenatales de rutina en cualquier embarazo).
Dependiendo de las semanas que la mamá tenga de gestación, el médico puede realizar un ecosonograma para ver dónde se ha alojado el embrión (si en el útero o las trompas) y si hay latido (generalmente se puede detectar el latido después de las 7 semanas, aunque los equipos más nuevos pueden percibirlo antes).
Después de la primera consulta con el o la obstetra la progenitora deberá acudir regularmente a visitas al doctor, aunque la frecuencia dependerá de si se tiene problemas médicos o hay factores que pueden hacer de el embarazo uno de alto riesgo (esperar más de un bebé, sufrir de diabetes o hipertensión arterial, por ejemplo).
Acá les recomendamos la frecuencia con la que se debes visitar al doctor durante el embarazo:
• Hasta la semana número 28: cada 4 semanas
• Entre la semana 28 y la 36: cada 2 semanas
• Entre la 36 y el parto: semanalmente
Lo anterior no excluye que su doctor le recomiende que lo consultes más a menudo. Las consultas médicas van a depender de su caso específico, cada mujer y cada embarazo son distintos. Lo importante es que las mamás se cuiden lo mejor posible para que tengan un bebé sano y fuerte. Por eso, apenas sepan que van a tener un hijo, soliciten una cita con el obstetra o ginecólogo de su confianza para que puedan realizar el primer chequeo antes de la semana 10 de embarazo.