¡Rodilla en tierra y fusil al hombro para defender a la Revolución y al Comandante Chávez! Fuerte esta frase ¿no? Al leerla uno pudiese pensar que viene de un radical rojo que forma parte de una banda, de un fanático marxista trasnochado o hasta de un beneficiario de alguna misión. Sin embargo esta frase la dijo un funcionario público; un diputado de la Asamblea Nacional. Este diputado no es nada más y nada menos que el famoso y poderoso Presidente de la Asamblea Nacional y Primer Vicepresidente del PSUV: Diosdado Cabello.
Diosdado está desatado desde la recaída de salud del mandatario venezolano. Cada vez que puede lidera un acto público en la cual se aprecia, voluntariamente o no, una agrupación grande de personas. En esta oportunidad se encontraba en la celebración de los 18 años de la salida de la cárcel de Yare del golpista para ese entonces y ahora Presidente. En ese bochornoso acto, también se le puede resaltar otra frase célebre: “… de la cárcel salimos más identificados con lo que nos llevó al 4 de Febrero, de tomar las armas de una manera responsable y decirle al mundo que no podíamos seguir permitiendo lo que estaba ocurriendo en Venezuela”.
Un vocero del colectivo la Piedrita hace par de semanas manifestó que su lucha era para reivindicar los derechos del pueblo. Este colectivo es bien sabido que habla es con las armas. Ahora le pregunto a usted Sr. Cabello, ¿Un golpe de Estado es tan responsable y loable como la lucha por los derechos de este colectivo no?
En todo caso, ya tienen estimados lectores una mejor idea de la línea de mensaje que utiliza el Presidente de la Asamblea Nacional. Y ante esto preocupa enormemente lo siguiente.
Diosdado está, como se dice coloquialmente, jalando parejo. Claramente su crecimiento dentro del chavismo en los últimos 15 meses ha sido grande y considerablemente estratégico. En su discurso, cada vez que puede, habla de la defensa del máximo líder y de sus ideales. De la misma manera agrega frecuentemente su identificación, amor y consistencia con la revolución. En un caso hipotético que el presidente actual ganase de nuevo las elecciones en Octubre, pero ocurriera a su vez una falta absoluta del presidente de la república entre el 8 de Octubre y el 10 de Enero del año siguiente, sería el Sr. Cabello el responsable de asumir la presidencia de nuestro país durante 30 días hasta las nuevas elecciones.
Este escenario, hipotético y alarmante, colocaría temporalmente al señor que llama a defender a la revolución con fusil al hombro como el hombro más poderoso del país.
Vaya esperanza ¿no?
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