Una niña de cinco años es la víctima más joven de un matrimonio forzoso detectado en el Reino Unido, según los datos publicados hoy por la Unidad de Matrimonios Forzados (UMF) de este país, recogidos por la cadena pública BBC.
El año pasado, 1.500 personas recibieron la asistencia de este organismo público, y 400 de ellas fueron niñas menores de edad, según las estadísticas obtenidas a raíz de una investigación sobre este problema en Inglaterra, Gales e Irlanda del Norte.
De ellas «la víctima más joven sólo tenía cinco años, lo que significa que menores en edad escolar son víctimas de esta práctica», denunció Amy Cumming, la directora de la UMF, quien no desveló ningún otro detalle de la menor para proteger su privacidad.
Según declaró a Efe una portavoz de la UMF, la menor contrajo matrimonio en el extranjero y después se trasladó al Reino Unido, donde las autoridades se hicieron cargo de su caso.
La portavoz no pudo decir si la pequeña es de nacionalidad británica ni su religión.
En 2008, el Reino Unido fortaleció la legislación contra estos matrimonios con una ley que protege a todas personas forzadas a casarse contra su voluntad y que autoriza a los tribunales para frenar las uniones forzosas.
Bajo esta norma, una posible víctima, un amigo de ella o un agente de policía pueden solicitar ante los tribunales una orden judicial de protección.
Aquellos que desobedezcan esta orden se enfrentan a hasta dos años de cárcel por desacato al tribunal, una acción que en el Reino Unido se considera delito civil.
Ahora, el primer ministro británico, David Cameron, tiene planes para declarar delito criminal el obligar a alguien a casarse contra su voluntad en Inglaterra, Gales e Irlanda del Norte, algo que ya está tipificado como tal en Escocia.
Las estadísticas de la UMF no suponen una sorpresa para la Organización de Derechos Humanos de las Mujeres Kurdas e Iraníes (IKROW, según sus siglas en inglés), que denuncia cada año más de un centenar de casos de matrimonios forzosos en sus comunidades.