El médico holístico Efraín Hoffmann ofreció una serie de talleres en Barquisimeto, entre los cuales participó en una clase de meditación.
La meditación se centra en la relajación de la mente y en el aumento de la autoconciencia, y ha demostrado tener numerosos beneficios para la salud, incluida la reducción del estrés y del dolor.
Por lo general, se realiza sentado, en una posición de reposo, con los ojos cerrados.
“Desde la década de los 60 y 70 se encuentra documentado que la meditación ayuda a utilizar todo el potencial de la mente, desarrollar la inteligencia, así como también para el control de las enfermedades psicosomáticas”, explicó Hoffmann.
Agregó que a través de la meditación se pueden lograr niveles profundos de tranquilidad y paz, mejorar la condición psicológica, la forma de interrelacionarse, además de influir en la disminución de los niveles de irascibilidad y violencia.
“Es increíble que a estas alturas no nos enseñen a meditar, tal vez porque a nadie le interese nuestra salud, porque al meditar eres más inteligente, por ende, menos manipulable”, señaló Hoffmann.
En este sentido, invitó a las personas a hacerse responsables de su salud, y conocer lo que realmente necesitan, así como las señales que ofrece su cuerpo en relación con sus actitudes o reacciones diarias.
“Debemos cambiar lo que nos enferma, podemos dejar de ser hipertensos o diabéticos con cambiar hacia un estilo de vida saludable”, dijo Hoffmann.
Vivir en armonía y coherencia
Efraín Hoffmann afirmó que todas las circunstancias tienen el poder de afectarnos de una manera u otra, bien sea por agrado o disgusto.
“Una sonrisa o un lugar bello, genera en nosotros un estado de armonía y coherencia que propicia la renovación de la energía y la sanación del cuerpo, los hemisferios cerebrales se sincronizan y se conecta el corazón con la cabeza, es un estado de coherencia”, contó.
De igual manera, algo o alguien que le desagrade o disguste, inclusive de forma insconciente, tiene el poder de desarmonizar, desincronizar y crear un caos en el organismo.
“Cualquiera de estas emociones negativas como la rabia, tristeza, miedo, hará que nuestro organismo pierda energía y se debilite, porque estaremos en un conflicto permanente que generará en nosotros un desgaste”, recalcó Hoffmann.
Señaló que cada emoción tiene relación con la enfermedad que se puede generar en un órgano.
Por ejemplo, la rabia enferma al hígado, la vesícula biliar, en general los músculos; mientras que el miedo podría dañar los riñones, la vejiga y el oído.
“Esa relación ya se ha reconocido, quienes se tragan la rabia o reaccionan de forma iracunda ante las situaciones son esas que tienen piedras en la vesícula”, dijo.
Indicó que esa persona que critica todo lo que observa, nunca está conforme o es muy rabiosa le podrán quitar la vesícula, pero eso no cambiará su manera de actuar.
“Lo que debemos identificar es la causa de nuestra enfermedad para poderla corregir”, concluyó.
Foto: Emanuele Sorge