La Gobernación del estado Lara, activó este miércoles en la mañana, el Plan de Respuesta Inmediata Regional a propósito de las lluvias que recientemente han caído en nuestro estado. Ayer, el secretario de gobierno, Teodoro Campos; el director de Seguridad y Orden Público, Enrique Maldonado Dupuy; y el director de Protección Civil, Héctor Vargas, anunciaron el trabajo mancomunado que ponen en práctica para atender las posibles emergencias.
No se reportan daños hasta ahora, ni humanos ni de pérdida material, sostuvieron las autoridades, sin embargo, monitorean de cerca a aquellas zonas consideradas de alto riesgo, a fin de impedir cualquier tipo de accidente. En total, dijo Teodoro Campos, alrededor de 1.200 funcionarios, pertenecientes a las diferentes direcciones del gobierno regional, incluyendo a los uniformados del Servicio 171 y PC.
“Esperamos que, a diferencia del año pasado, esta Semana Santa la vivamos tranquilos; la anterior estuvo trastocada por varios derrumbes en las vías foráneas. Por lo pronto, el Instituto de Vialidad del estado Lara (Invilara) realiza mantenimientos en Río Claro y Buena Vista, zonas rurales que suelen verse afectadas cuando caen las precipitaciones. Agradecemos a las comunidades, notificar las emergencias al 171, para enviar al personal especializado”, agregó el secretario de gobierno.
Centro y este, llenos de caos
Con las lluvias de este miércoles, el recorrido de conductores por las principales vías de la ciudad, resultó afectado con las fallas en los semáforos, tal como ocurrió en la avenida Libertador con calle 29, donde choferes quedaron atrapados en largas colas, en ambos sentidos, hasta por más de dos horas. Hasta un poco antes de mediodía, permaneció dañado el aparato indicador de luces.
En la intersección de la avenida Florencio Jiménez con avenida La Salle, ocurrió la misma situación, generando un completo caos en los alrededores. Las personas que frecuentaron ambas zonas, llegaron tarde a sus compromisos personales y de trabajo.
En este sentido, los ciudadanos exhortan a la Autoridad Metropoli-tana de Transporte y Tránsito, adscrita a la Alcaldía de Iribarren, para que chequeen los diferentes semáforos de Barquisimeto, en especial, por donde la afluencia de vehículos sea mayor.
Por otro lado, en la avenida Vargas, diagonal a la plaza Los Ilustres, volvió a formarse la inmensa laguna que habla de la falta de drenajes en este punto de la ciudad donde el agua de las lluvias se acumula en gran cantidad. También en las inmediaciones del paseo Juan Guillermo Iribarren, la acumulación del agua dificulta el recorrido de los carros livianos y de las busetas del transporte.
Villa de Jesús y Los Ángeles
Mientras tanto, en el oeste de Barquisimeto, las consecuencias de las lluvias se notan en barriadas como Villa de Jesús, La Capilla y Los Ángeles, todas, ubicadas en la vía Quíbor. Se trata de una penosa realidad que pone en aprietos a varias familias.
Si bien no hay pérdidas materiales, son comunidades muy necesitadas que empeoran con los estragos de las precipitaciones. No tienen vías asfaltadas, tampoco aceras ni drenajes, por esa razón, colapsan las vías de acceso cada vez que llueve.
Los consejos comunales, de la mano con los hogares afectados, luchan por obtener la atención de las autoridades, no obstante, la optimización de los servicios públicos no llegan hasta sus lugares de residencia, al contrario, a medida que avanza el tiempo, desmejoran las condiciones de vida.
Apagones en el norte
Otra de las realidades que se presenta a causa de las lluvias, al menos, en el norte de la ciudad, son los apagones. Los cortes de electricidad en varias comunidades de las parroquias Cují y Tamaca, ocasionaron problemas a los vecinos de esta zona popular.
En Las Casitas, Las Veritas, 19 de Abril, La Policial, Andrés Bello, entre otros vecindarios, quedaron sin energía eléctrica por algunas horas; en algunos casos solventaron la problemática al poco tiempo pero en la mayoría de barrios afectados, Corpoelec demoró más en socorrerlos.
Pérdidas en electrodomésticos, entre otros aparatos de los hogares, sufrieron daños con las interrupciones de luz eléctrica, ocasionándole gastos elevados a las familias que residen en dichas comunidades.
Fotos: Jairo Nieto