Indio Manaure, en el noreste de la ciudad, carece de las atenciones de las autoridades. Largos años de historia vecinal, no han sido suficientes para obtener las mejoras en vías, viviendas y demás asuntos que agobian a los habitantes. La falta de recursos por parte del Estado, se percibe en lugares populares de Barquisimeto, tal como ocurre en la mayoría de vecindarios de la parroquia Santa Rosa.
“No tenemos respuestas de las autoridades cuando más lo necesitamos; hace poco aprobaron unos recursos y apenas servirá para reparar un tramo de las tuberías de aguas negras y blancas. Hace falta más inversión, a fin de rescatar a las comunidades de tanto abandono, de lo contrario, seguiremos igual de marginados, igual o peor que antes”, dijo la vecina María de Pérez.
Entre los problemas más delicados, enfrentados por los conurbanos de Indio Manaure, está el deplorable estado de las vías. Ahora, cuando volvieron las lluvias a Barquisimeto, la capa asfáltica empeora. Los huecos se hacen más grandes, dificultando el paso de carros particulares y de las unidades del transporte público. En las inmediaciones de la parada de la Ruta 12, el caos ocasionado por la pésima vialidad es muy lamentable.
Por otro lado, sufren con el irregular suministro de agua, por cuanto sólo reciben el vital líquido en las noches, al menos, esa es la realidad de las familias del sector diez. Con ayudas de camiones cisternas, medianamente, logran abastecer los hogares y realizan los oficios. No obstante, temen que la reparación de la tubería en la entrada de la comunidad, no beneficie a la totalidad de habitantes.
El racionamiento es estricto, sostuvo la vecina Carmen de Alvarado, al hablar de la ausencia del mineral en el barrio. “¿Cómo es posible que esperemos hasta la medianoche para llenar las pipas (recipientes)? Hidrolara, debe chequear los suministros que brindan a las comunidades y, en lo posible, evitar que ocurran trasnochos para llevarse un vaso de agua a la boca. Necesitamos que sean chequeadas todas las tuberías”.
Foto: Jairo Nieto