En la democracia del siglo XXI sus constituciones, sintetizan los dos imperativos fundamentales: la libertad y la justicia, más allá de las experiencias fallidas del liberalismo, y del socialismo Marxista. Estas constituciones se fundamentan en la defensa de los derechos humanos y expresan la constitucionalización internacional de los mismos, con la afirmación de los derechos de primera, segunda y tercera generación. Por eso el Estado Social y de Derecho.
Toda constitución es normativa jurídica pero también es reflexión, reflejo y cultura del pueblo, tanto en su parte orgánica como en su parte dogmatica y fundamentalmente en su preámbulo.
Las naciones latinoamericanas en todas sus constituciones tienen la impronta de las primeras constituciones liberales, la de Estados unidos en 1787, Francia 1789 y la constitución de Cádiz del 1812. Pero también expresan la preocupación por lo social, que en su tiempo fue recogido en la constitución Mexicana (1917) de Weimar.
Más allá de las características particulares de los procesos para separarse de España, más allá de lo militar, de lo económico y político, una fecha importante en la constitucionalización de nuestras naciones fue la Carta Magna de Cádiz , elaborada y aprobada hace 200 años, conocida como la “Pepa”. Este acontecimiento constituirá el tema central en la XXII cumbre iberoamericana que se reunirá en Cádiz el próximo 12 de Octubre, con la presencia de todos los jefes de estado de las republicas latinoamericanas y la monarquía española, además de Portugal.
Las dos orillas del Atlántico español estuvieron presentes en Cádiz, el 19 de Marzo de 1812, para promulgar este texto constitucional, germen de la independencia de nuestros estados. Allí confluyeron la España peninsular y la ultramarina, incluyendo representantes del continente americano. Fue lo que se llamo la brújula jurídica de la Europa pero también la brújula constitucional para el futuro de España y de las naciones iberoamericanas, con la afirmación de la soberanía popular, la libertad y la igualdad, como también el derecho a la libertad de expresión.
La constitución de Cádiz va a influir de forma determinante en los procesos independentistas y constitucionales de todo el continente. En ella se estableció el equilibrio y la autonomía de los poderes, para evitar la concentración absoluta del mismo. Se parlamentarizo la vida política fundamentándola en la soberanía del pueblo. Estos principios nuevos en la España de la época, vinieron a enriquecer la tradición independentista latinoamericana que en esa vía progresista, había encontrado cause en las corrientes escolásticas, difundidas por los jesuitas y los planteamientos de la revolución francesa, con las teorías de la ilustración y liberalismo revolucionario.
Venezuela fue el primer territorio en contar con una constitución, pero fue la constitución de Cádiz el vértice de los diferentes procesos constitucionales en el continente. Los pocos diputados aprovecharon el texto Gaditano para difundirlo e interpretarlo en la vía de los derechos fundamentales e independencia. Los diputados de América insistieron en la mayor autonomía, mayor libertad y mayor justicia. El lenguaje jurídico y político de Cádiz, aun cuando fue acordado por todos, significaba algo diferente para la metrópolis y para la periferia. Se abrió un nuevo sendero con la toma de conciencia de la nacionalidad, tanto para los criollos latinoamericanos, como para la burguesía española. Su artículo 2 proclamaba “la nación española es libre e independiente y no puede ser patrimonio de ninguna familia o persona”. España se reafirmaba así frente a la ocupación napoleónica, pero América buscaba la independencia por la ruptura.
España no constituyo una realidad particular, luego fue Portugal y posteriormente Francia e Inglaterra, quienes tuvieron que despedirse de sus colonias, situación explicable tanto por la geografía que separaba estos pueblos como por la política en la construcción de nuevas realidades. Los españoles de esta orilla se sentían más latinoamericanos, su lucha más que contra España era por América y por sus patrias.
Debemos señalar que la constitución de Cádiz definió el destino político de España y de América. Termino con la calificación de súbditos para convertirse todos en ciudadanos. En adelante el poder político siempre iba a tratar de ser limitado por los ciudadanos en textos constitucionales y en leyes en el denominado estado de derecho.
La constitución de Cádiz impregno la garantía de las libertades fundamentales con su función constitutiva y su función de legitimación.
@jcpinedap