Maritza Josefina Rivero Álvarez, de 50 años, residenciada en la carrera 12 entre calles 11 y 12 del barrio San José, le puso fin a su vida cuando se lanzó de la Torre Municipal de Iribarren, ubicada en la calle 25 entre carreras 17 y 18 del centro de Barquisimeto.
Una dama que vestía un pantalón blue jeans, una blusa morada y zapatillas blancas de plástico subió hasta las oficinas de la Dirección de Presupuesto de la Alcaldía de Iribarren, ubicada en el piso ocho de forma administrativa, pero según lo que explicaron los trabajadores del lugar estructuralmente es el piso 12, pues el edificio consta de varias mezzaninas.
La mujer, a quien todos desconocían, inicialmente llegó hasta el piso 10 y posteriormente salió del ascensor, se sentó en las escaleras, pidió el baño prestado a las trabajadoras, se lavó su cara, sus manos y se notaba un tanto nerviosa; se volvió a sentar en las escaleras y cuando lo decidió, se dirigió hacia la parte izquierda del edificio donde están las ventanas, se montó en una especie de muro, caminó por todo el borde hasta que se ubicó en toda la esquina de la torre.
Los testigos comentan que la dama comenzó a cortarse las venas. Abajo los Policías Municipales y Bomberos se percataron de la presencia de la mujer e intentaron subir para mediar con ella, pero todo fue tan rápido que cuando ellos llegaron la dama ya había tomado la fatal decisión y se lanzó.
Al caer, de inmediato fue tapada por las personas que estaban allí y los municipales hicieron un cordón para resguardar el sitio del suceso.
En el momento de lo sucedido la dama no portaba identificación alguna, se rumoró que era trabajadora del lugar y la otra hipótesis que surgió fue que la dama había ido a pedir ayuda y la misma fue negada.
Dichas versiones fueron desmentidas por Carlos Pereira, jefe de Recursos Humanos de la Alcaldía de Iribarren, quien aseguró que no era personal de ellos y se había consultado sobre la presencia de la dama y ningún personal la había atendido.
Así mismo Pereira anunció que el acto de memoria y cuenta de Amalia Sáez, que iba a ser efectuado en ese momento, había sido suspendido, producto del hecho sangriento.
Hasta el lugar se apersonaron funcionarios del Grupo de Trabajo Contra Homicidios del Cicpc Barquisimeto, para hacer el respectivo levantamiento del cadáver.
Padecía una enfermedad
Horas más tarde, hasta la morgue del Hospital Central Antonio María Pineda, se apersonó un sobrino de la dama llamado Ángel Colmenárez, quien fue la persona que la identificó plenamente. Se conoció que era madre de tres hijos, ya con su mayoría de edad.
Las autoridades tuvieron conocimiento que no era la primera vez que la dama había intentado poner fin a su vida. El allegado a la familia alegó que Rivero Álvarez padecía de una enfermedad terminal y esto había hecho que la dama presentara cuadros depresivos.
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Fotos: Dedwison Álvarez/ Elías Rodríguez