La escuela bolivariana media jornada Guarico, en la población del mismo nombre del municipio Morán, tiene apenas cinco años de haber sido puesta en servicio y está presentando algunas deficiencias de origen y por falta de mantenimiento.
Eso impide que sus 945 alumnos puedan asistir a clases en las condiciones deseadas y de esa forma asimilar mejor las enseñanzas que les imparten los docentes.
Además de estudiantes del primero al sexto grado también asisten 40 pequeños de un preescolar que por carecer de sede propia ocupan un salón en calidad de préstamo.
La profesora Anny Colmenares, subdirectora, refirió algunas de las necesidades del plantel, comenzando con la cancha para educación física que por carecer de techo no puede ser utilizada cuando llueve o están fuertes los rayos solares.
Tampoco puede ser utilizada en horarios nocturnos por la carencia de alumbrado.
El plantel, además de los alumnos de primaria y preescolar, también sirve de sede a algunas misiones oficiales.
Jenny Rodríguez, docente y luchadora social por la población, dijo que con urgencia también requiere dotación para el comedor pues carece de mesones para que los alumnos coman por lo cua deben hacerlo en las mesitas de estudios que se llevan prestadas.
Por si fuera poco, carecen de un refrigerador para guardar los insumos para las comidas que lo requieren, ollas, platos y toda la lencería y lo que es más importante, una cocina con suficientes hornillas para que las abnegadas cocineras preparen los alimentos.
Actualmente disponen de un refrigerador que prestó un representante, quien ya está exigiendo se lo regresen y al hacerlo será necesario recurrir a los vecinos para guardar los alimentos que retiran del PAE.
También la escuela de Guarico tiene su biblioteca en la que recibirían con agrado cualquier donación de textos que serían utilizados por el personal docente y alumnado.
La profesora Colmenares exigió de algún organismo la pintura para el edificio así como la colocación de lámparas en toda la estructura para que no reine la oscuridad durante las noches cuando igualmente hay actividades.
Fotos: Luis Salazar
