El pasado fin de semana, la tropa de Teatro Andante invadió la escena para presentar la pieza Asia y el Lejano Oriente del fallecido y reconocido dramaturgo Isaac Chocrón. Ramone Díaz, director de Teatro Andante, le dio vida a este montaje en par de funciones que se efectuaron el sábado 24 de marzo en el auditorio Ambrosio Oropeza de la Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado.
La ocasión igualmente fue propicia para celebrar los dos años de la fundación de Teatro Andante, agrupación que ha llevado a las tablas obras como Distraída yo, Descontrol Hospitalario, Chimeneas sin humo, Lorquiana, Una mujer, dos hombres y un balazo, Lorquiana, Acto cultural y Edipo Rey.
Esta vez, la tropa, irrumpió el escenario con una propuesta de uno de los pilares del teatro venezolano, como lo fue Chocrón, para develar que el drama de Asia y el Lejano Oriente, estrenada en 1966, sigue vigente.
Una historia vigente
El contexto se dejó seducir por una fluida bruma que sugería misterio. Inquietantes sonidos le proporcionaron a cada instante sorpresa e intriga. Atuendos y aderezos de orden japonés invitaron al espectador a sumergirse en el montaje que revela circunstancias propias de un país arrastrado por la crisis en diferentes escenarios.
Esta pieza, dada a conocer por su director, como teatro dentro del teatro, ya que los actores interactuaron con el público, multiplicó los papales de esta decena de artistas que al mismo tiempo, personificaron a otro tanto de personajes que, evidentemente, son parte de la vida cotidiana. Fue así como la audiencia se encontró con las diferentes clases sociales que conforma a un país; los ladrones, los aristócratas, los rebeldes, los políticos, los asalariados, los dependientes del Gobierno, los empleados del Gobierno, los obreros, entre otros grupos que, sin duda alguna, forman parte de esa sociedad que nos caracteriza.
El maquillaje fue otro punto a favor por el que el director apostó para añadirle suspenso y suspicacia a la dramática pieza con toques muy inteligentes de humor.
Asia y el Lejano Oriente aborda la forma en que los ciudadanos de un país, cansados de tantas desgracias, buscan vender su nación a potencias extranjeras con el propósito de solucionar, de manera aparente, todas esas desdichas que los agobian. Sin detenerse a pensar que la solución está en sus manos. En medio de la citada trama se desenvolvieron cantidad de situaciones en las que un grupo de ciudadanos está de acuerdo con la venta, mientras que otros prefieren defender la identidad de su país y otros tantos, dudan acerca de la operación que pueda resultar de este comercio.
Durante dos actos y a lo largo de dos horas la troupe de Teatro Andante encarnó distintas situaciones que le proponían al espectador situarse en esa querella para conocer de qué manera actuaría en una situación similar. ¿Haría la cola por el chequesito producto de la venta de su país, o se quedaría a solucionar los problemas que le son parte? ¿A defenderlo a capa y espada hasta la muerte?
Teatro Andante logró esta excepcional puesta en escena durante dos actos en los que diez actores dieron vida a un pueblo que resuelve vender su propio país a una potencia extranjera, para explotarlo sin ninguna responsabilidad, luego de recibida la cancelación que le corresponde a cada cual.
El elenco que de manera impecable le dio vida a Asia y el Lejano Oriente, estuvo integrado por Gabriel Parra, Marco Loschi, Mirian Perozo, Doralis Tovar, Israel Mora, Heydin Abarca, Sandra Herrera y como invitados del grupo de teatro Espacio Silente, participaron Julián Colmenárez, Santiago Ramos y Marisabel Marcano.
La ficha técnica la integraron Fidel Ceballos en el diseño y realización de iluminación y musicalización, Leisdismar Suárez en el diseño y realización de vestuario, J. J. Tales está en maquillaje, Gladys Reyes es “Regidora” y la escenografía corresponde a la troupe.
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Fotos: Edickson Durán