De esta laguna verde los vecinos sacan agua para algunas necesidades
Hasta ahora los habitantes de los caseríos El Escobal y Los Conucos, en el municipio Torres, no tienen nada concreto sobre la fecha en la cual el grave problema que confrontan por falta de agua se les solucionará.
Como se informó, la pasada semana recibieron la visita del ingeniero Luis Alvarado, de Hidrolara, quien les expuso las alternativas para que puedan disponer de ese servicio.
Son ellas, que la alcaldía de Torres o Hidrolara doten al caserío de al menos un camión cisterna fijo; que le donen uno para que lo maneje la misma comunidad o gestionar ante el gobierno nacional la construcción de un acueducto con tuberías desde el tubo matriz procedente de la presa Los Quediches para que les llegue agua suficiente y constante.
También se planteó la posibilidad de recuperar un pozo abandonado hace algún tiempo, aun cuando es salobre.
Los habitantes de El Escobal y Los Conucos, así como los de La Coposa, confían, ante las actividades de pre-campaña electoral, que alguien vinculado al gobierno o a la oposición saque cuenta de la considerable cantidad de votos allí disponibles y con el propósito de ganarlos hagan efectivo el proyecto Agua para todos, en el que está trabajando toda la comunidad.
Esperan más visitas de funcionarios de los gobiernos municipal o regional, incluso de Luis Reyes Reyes en su condición de representante directo del nacional, para exigirles solución al problema más grave que confrontan como es el de la falta de algo tan vital como el agua.
Silvino Carrasco, uno de los promotores del proyecto, junto a Belkys Rodríguez y Adolfo Álvarez, están trabajando en el mismo, haciendo contactos para hacerlo realidad en el menor tiempo posible.
Mientras tanto, aprovechando las lluvias que están cayendo sobre la región, los vecinos colocan los canales para recoger el agua que cae a los techos.
Igualmente algunos utilizan el líquido empozado en una laguna cercana, el cual, aun cuando está cubierto por la bora, para el riego de árboles o calmar la sed de los animales.
Foto: Luis Salazar