El papa Benedicto XVI llegó este lunes a Cuba procedente de México para una visita pastoral en la que la Iglesia Católica busca reforzar su papel como interlocutor privilegiado del régimen comunista, comprobaron periodistas de la AFP.
El avión del Papa aterrizó hacia las 14H30 locales (19h30 GMT) en el aeropuerto de Santiago de Cuba, donde era esperado por el presidente Raúl Castro y la jerarquía católica cubana, encabezada por el cardenal Jaime Ortega y el arzobispo de la zona, Dionisio García.
«Cuba lo recibe con afecto y respeto y se siente honrada con su presencia», dijo Raul Castro, quien saludó con un apretón de manos y una reverencia al pontífice al pie de la escalera del avión, y quien fustigó al embargo estadounidense que pesa sobre la isla desde 1962.
«Nos satisfacen las estrechas relaciones entre la Santa Sede y Cuba», dijo el gobernante, quien destacó la «coincidencia en asuntos vitales» entre ambos Estados.
Dijo que la reciente peregrinación nacional de la Virgen de la Caridad del Cobre, patrona de Cuba, fue un «acontecimiento de gran significado» para los cubanos.
«Hemos enfrentado carencias, pero nunca ha faltado el deber de compartir con los que tienen menos», dijo el gobernante.
Este lunes el Papa celebrará una misa pública en Santiago de Cuba, antes de retirarse al santuario de la Virgen de la Caridad del Cobre, a unos 30 km de la ciudad, donde pasará la noche.
El martes en la mañana, luego de una breve visita al santuario, volará hacia La Habana, donde será recibido oficialmente por Raúl Castro al final de la tarde, para cenar después con los obispos cubanos.
Benedicto XVI celebrará el miércoles en la mañana una misa multitudinaria en la emblemática Plaza de la Revolución de La Habana, antes de pronunciar su último discurso en el aeropuerto al marcharse de Cuba hacia las 17H00 locales (22H00 GMT).
El Vaticano anunció que el Papa estará «disponible» para un eventual encuentro con el líder de la revolución cubana Fidel Castro, retirado del poder desde 2006 por razones de salud.
Los medios igualmente están al acecho de un posible encuentro con el muy creyente presidente venezolano Hugo Chávez, que es tratado de un cáncer en Cuba y quien llegó el domingo a La Habana para recibir una radioterapia durante algunos días.
El viernes pasado, en el avión que lo llevaba a México, el Papa había afirmado que la ideología marxista «tal como había sido concebida, no responde ya a la realidad» y «conviene hallar nuevos modelos». Sin embargo, tanto los obispos cubanos como las autoridades desestimaron que sus dichos afectaran esta visita, que se prolongará hasta el miércoles.
Benedicto XVI ha dicho que viene «en una absoluta continuidad» con el histórico viaje de Juan Pablo II a la isla en enero de 1998, que marcó el deshielo en las relaciones entre la Iglesia y el régimen.