Se acerca la Semana Mayor y con ella toda la tradición y experiencia de fe que por años han experimentado cientos de católicos en todo el mundo.
En Venezuela, la celebración de los días santos está impregnada de la religiosidad popular.
La venta de pescado y mariscos aumentará en los próximos días, por cuanto los católicos no consumen carne el viernes santo de la Semana Mayor.
La abstinencia es un ejercicio exterior que implica mortificación y distanciamiento de los placeres del mundo. Aunque la tradición y el mandato eclesial se mantienen, los consumidores aún no han adquirido los alimentos necesarios para cumplir el precepto.
El equipo periodístico de EL IMPULSO visitó algunas carnice-rías y pescaderías de la entidad, para conocer el volumen de venta registrado hasta el momento.
Según la versión de los vendedores, los clientes muestran un comportamiento bastante pasivo y atípico a los años anteriores. “Las ventas han estado muy regulares. No hemos obtenido todas las ganancias que esperábamos”, señaló el vendedor Lucio Escalona.
Contó que las ventas podrían incrementarse a lo largo de la semana, pues los clientes esperan cobrar la quincena para efectuar sus compras.
Los clientes prefieren adquirir filetes de pescado, atún y cazón durante esta temporada. Los vendedores contaron que este año no hay mucha variedad, debido a problemas en la distribución del producto.
El kilo de atún tiene un costo de 80 bolívares mientras que el kilo de cazón cuesta 60 bolívares. “Lo ideal al momento de comprar pescado es verificar su frescura. Si tiene los ojos rojos, hundidos y la piel dura, ese pescado no le sirve. En cambio si los ojos están cristalinos y la carne suave al tacto, es un buen pescado para llevarlo a su mesa”.
Los vendedores esperan que en los próximos días aumente el volumen de venta, a fin de mejorar su ganancia en los días previos a la semana mayor.
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