La Juventud Franciscana (Jufra) es un movimiento que congrega a muchachos de todas las condiciones sociales, tanto en nuestro país como a nivel internacional. Está en todo el mundo, como el mensaje de San Francisco de Asís, quien supo hacer de su día a día un Evangelio viviente.
En Venezuela, la Jufra está de aniversario. Ya son cincuenta años, predicando la Buena Nueva, y siguiendo a Cristo a través de la espiritualidad franciscana.
Ayer fue la celebración, ya que desde hace más de 10 años se decidió que el 25 de marzo, fecha en la cual la Iglesia Católica conmemora la Anunciación o lo que es la Fiesta del sí, cuando la Virgen María en presencia del Ángel Gabriel manifiesta que sí será ella la Madre de Dios.
El lema que este año tienen es: Porque nuestra misión apenas comienza, Jufra 50 años en acción.
Liz Carolina Petit la presidente de este movimiento católico comenta sobre las celebraciones. “En realidad, la fiesta será todo el año con diferentes actividades. En el día de ayer en todas las parroquias de Venezuela, donde funciona una Jufra se realizó la Eucaristía y un compartir, donde asistieron además exjufristas, personas que en algún momento estuvieron y quisieron contarnos sus anécdotas”.
Diecisiete fraternidades hay en todo el país, desde San José de Perijá (Zulia) hasta Santa Elena de Uairén (Gran Sabana), pasando por Mérida, San Cristóbal, Guanare, Barinas, Caracas, Ciudad Bolívar, Maracaibo. También en Barquisimeto en la parroquia Nuestra Señora de Altagracia funciona este movimiento juvenil, en el que se aceptan muchachos de 14 a 30 años.
Actualmente cuenta con tres asesores a nivel nacional. Fray Luis Antonio Salazar, de la Orden de los Franciscanos Menores (OFM) Capuchinos; Jesús Vera (OFM) Conventuales y Danilo Bellorín (OFM) Observantes.
Como parte de la fiesta, para el mes de agosto realizarán el acostumbrado encuentro, esta vez la sede será San Antonio de Los Altos en Miranda, donde tendrán como invitados a los presidentes de la Jufra.
“No representamos a un grupo, somos un movimiento laico-juvenil que seguimos las huellas de San Francisco de Asís. Entrar a Jufra es una vocación, hacemos apostolado, nos identificamos con los más necesitados”, expresó Petit.
Para Miguel Yaraure, quien tiene 16 años en la fraternidad de San José de Perijá la Jufra es un “proyecto de vida, me enseñó a conocer a Dios y a las personas. Espero que las próximas generaciones sigan con la misma espiritualidad”.
Mientras que el padre Mario Salgueiro (OFM Capuchinos), quien hace 15 años fuera el asesor a nivel nacional de la Jufra y que además perteneció a este movimiento religioso, expresa que “es una formación que se le ofrece a los jóvenes de la vida de Jesús a través de San Francisco. Se crece en la fe y en la etapa juvenil se puede descubrir para qué vocación hemos sido llamados. Se vive en fraternidad, hermandad, es una oportunidad de familia”.
Foto: Cortesía Keyla Bermúdez
