Decenas de miles de personas reciben entre cánticos y coros de «Cristo Vive» al papa Benedicto XVI que el domingo oficiará una misa bajo el cerro que alberga uno de los más importantes símbolos del catolicismo en el país.
Antes de la misa el Papa sobrevoló en helicóptero la estatua de Cristo Rey, una copia del Cristo redentor de Río de Janeiro, mientras los fieles en tierra gritaban porras y levantaban levantaba globos y banderas del Vaticano.
Posteriormente recorrió en el papamóvil diferentes partes del Parque Bicentenario, donde se oficiará la misa portando un sombrero charro y saludando con la mano a los fieles que formaban una valla a ambos lados de la carretera.
Cristian Roberto Cerda Reynoso, un seminarista de 17 años de la ciudad de León, dijo que estaba feliz de finalmente escuchar a Benedicto oficiar la misa.
Espera que el papa «me llene para llegar a ser sacerdote», expresó Cerda, quien llegó más de 12 horas antes de la hora programada para el evento y no durmió en toda la noche.
Feligreses acamparon desde la noche previa para presenciar el momento culminante de la visita papal en México, un país impactado por la violencia ligada al narcotráfico. Otros miles llegaban temprano por la mañana para aguardar al Pontífice y ser testigos del mensaje que dará en su tercer día en México desde la ciudad de Silao con la estatua de Cristo Rey como fondo.
Los fieles creyentes llegan caminando kilómetros de distancia –algunas mujeres mayores con bastones– ya que las carreteras están cerradas, cargando sillas plegables, galones de agua, comida y cobijas. Cientos de sacerdotes jóvenes gritan «Cristo Vive».
La estatua de bronce, de 22 metros (72 pies) de altura, representa al Altísimo con los brazos abiertos y recuerda a los mexicanos la cruenta revuelta de 1926-1929 de los cristeros contra el gobierno por sus leyes anticatólicas que llegaron a prohibir incluso las misas en público como la que oficiará Benedicto ante unas 350.000 personas, según los pronósticos de los organizadores del evento.
La estatua «expresa una identidad del pueblo mexicano que tiene una historia en relación con el testimonio de la fe, de quienes lucharon por la libertad religiosas en su momento», dijo monseñor Víctor René Rodríguez, secretario general de la Conferencia episcopal mexicana.
Benedicto volará sobre la estatua antes de la misa y la bendecirá desde el aire, dijo Lombardi. Al anochecer del domingo inaugurará por control remoto su nuevo sistema de iluminación.
Desde su llegada, el Papa de 84 años se ha enfocado en denunciar la violencia que sufre el país a raíz de la guerra contra el narcotráfico y en proteger a la niñez de México del hambre y el sufrimiento.
Foto: AP