Venezuela acordó el viernes con las estadounidenses Williams y Exterran un pago de 420 millones de dólares por la nacionalización de sus activos en proyectos gasíferos en el 2009, dijo el ministro de Energía del país sudamericano, Rafael Ramírez.
Asimismo, el también presidente de la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA) precisó que el acuerdo dejará sin efecto el arbitraje internacional ante el Centro de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (Ciadi), que habían cursado las firmas.
«Ellos desistirán del arbitraje. Habían pedido 1.200 millones de dólares», dijo Ramírez a periodistas.
No fue posible una reacción inmediata de las firmas y en la página web del Ciadi todavía figuraba el arbitraje como pendiente.
PDVSA dijo que la compensación por la transferencia de los activos será pagada, como en recientes acuerdos, en 40 por ciento al contado y el saldo remanente en cuotas iguales pagaderas en 4 años.
«Con el cierre de esta operación, tanto PDVSA como la República Bolivariana de Venezuela demuestran su firme voluntad de alcanzar acuerdos amistosos con inversores extranjeros dispuestos a aceptar compensaciones justas por concepto de las nacionalizaciones», dijo PDVSA en un comunicado.
Gas en diciembre
Ramírez también detalló que el estratégico proyecto de gas costa afuera Mariscal Sucre, en oriente del país, iniciará su producción en diciembre luego de dos años de retrasos y de la salida de socios privados.
Venezuela requiere con urgencia el gas de sus costas para inyectarlo a un deficitario mercado doméstico que desde el 2007 importa hasta unos 300 millones de pies cúbicos diarios (mmpcd) de la vecina Colombia.
«El mercado interno recibirá 300 millones de pies cúbicos diarios en esta primer fase de producción temprana acelerada, para llegar hasta 1.200 millones de pies cúbicos diarios», dijo Ramirez a periodistas.
La fase de producción temprana acelerada se diseñó con la idea de adelantar para 2012 la fecha de arranque de la producción, por lo que requiere la disposición de instalaciones provisionales en las que se planean invertir 2.800 millones de dólares este año.
PDVSA está emprendiendo este proyecto en solitario, tras la intempestiva salida de la angloholandesa Shell, la japonesa Mitsubishi y la estadounidense Exxon Mobil.
«No podemos estar esperando socios. Hay un balance de gas que tenemos que cumplir», dijo Ramirez.
La autoridad aseguró que las primeras moléculas del Mariscal Sucre irán orientadas a plantas eléctricas y petroquímicas, pero en una segunda fase se contempla exportar unos 600 mmpcd de gas a Argentina, Brasil, Jamaica, Cuba y Portugal, países con los que PDVSA ya firmo contratos de suministro.
Foto: Archivo