Algunas comunidades de Yaritagua acrecientan sus preocupaciones cuando se acerca la temporada de invierno por la amenaza que representan las dos quebradas que cruzan la ciudad de norte a sur o viceversa.
La principal es la conocida como zanjón Santa Lucía, o quebrada El Ronco, que corre prácticamente por el centro de la capital del municipio Peña y en la actualidad se encuentra completamente obstruida por todo tipo de desperdicios y maleza, como lo puede constatar cualquiera que se detenga en sus puentes, comenzando por el de la carrera 11, siguiendo por la 8 hasta el de la avenida Perimetral.
“Esto no lo limpian nunca y por eso se encuentra toda tapada la quebrada con mucha basura que lanza la gente sin conciencia, además del monte que no lo cortan desde hace mucho tiempo”, dijo Nelson Rojas, un habitante mientras señalaba desde el puente de la carrera 8.
En realidad el canal se encuentra completamente obstruido en ese sitio y todo indica que la última vez que lo limpiaron fue hace mucho tiempo.
“Eso forma parte de la desidia existente en la alcaldía de Peña donde no se precupan por los servicios públicos que la ciudadanía reclama”, indicó por su parte Pedro Fernández, luchador social del municipio.
Más abajo la situación se presenta igual por lo cual los vecinos temen que al caer un aguacero, como el agua no tiene por dónde correr, se salga del canal e inunden las casas cercanas.
“Eso va a llegar hasta la avenida Perimetral, no sólo el agua sino también todo el suciero que allí han amontonado”, indicó.
Otro sector donde sufren por la quebrada es La Bandera, al este, donde el panorama es el mismo: un canal completamente obstruido por maleza y basura lanzada por personas inescrupulosas.
“El alcalde nunca se ha asomado por aquí, como que tiene miedo de enfermarse, pero nosotros tenemos que aguantar esos olores”, expresó Carmen Cordero, vecina de La Bandera.
Similar es el problema de Juan Rivero, del consejo comunal del sector, quien todos los años tiene que rogar para que limpien el canal, pero en esta oportunidad no lo han hecho y teme se le inunde su casa, además de que sus niños viven enfermos a causa de la pestilencia que de allí sale durante las 24 horas de cada día.
“Giovanni Parra nos ofreció mandar unas máquinas para limpiar la quebrada pero como no nos dijo cuándo, aquí las estamos esperando, antes de que lleguen las lluvias”, precisó.
En ese sector de Tierra Amarilla-La Bandera el agua baja a torrentes desde la parte alta de Yaritagua, pero se encuentra tapado el canal con basura de todo tipo, hasta colchones y cocinas viejas, se empoza y a los días pudre los desperdicios con los correspondientes malos olores, contaminantes de todo el ambiente.
Rivero es uno de los más afectados por el problema y todos los años inicia desde enero su peregrinaje hacia la alcaldía en busca de soluciones que no siempre llegan, lo que espera no ocurra en el 2012.
Pero como esas hay numerosas familias en las mismas condiciones de riesgo, de inundaciones y de enfermedades provocadas por ambientes contaminados.
No hay máquinas
Cuando los vecinos de las quebradas de Yaritagua acuden a la alcaldía de Peña en busca de solución al problema de las quebradas o canales taponados por basura o maleza no siempre encuentran soluciones.
Uno de ellos explicó que en ocasiones les prometen enviarles máquinas, pero en otras los funcionarios que les atienden les dicen claramente que no disponen de equipos para llevar adelante un operativo de limpieza.
“A veces nos dicen que debemos esperar que reparen la máquina que está dañada, pero nunca la reparan porque en el barrio nos quedamos esperándola y no llega.”
Fotos: Luis Salazar
