El papa Benedicto XVI llegó este viernes al aeropuerto de la ciudad de Silao, estado de Guanajuato (centro), en su primer visita oficial a México.
El avión, engalanado con la bandera del Vaticano y de México, aterrizó a las 16h13 (22h13 GMT) mientras el presidente mexicano Felipe Calderón y jerarcas religiosos esperaban ya en la pista el arribo del jefe de la iglesia católica, constató un equipo de la AFP.
Benedicto XVI era esperado por miles de personas que agitaban las banderas blanca y amarilla del Vaticano y la tricolor de México.
El Papa cumplirá una visita en el estado de Guanajuato, donde se reunirá en privado con el presidente Felipe Calderón, celebrará actos religiosos y el lunes partirá rumbo a Santiago de Cuba.
Más temprano
Benedicto XVI denunció el viernes «las falsas promesas y mentiras del narcotráfico en México», a bordo del avión que lo trae a este país desangrado por las guerras de la droga, en su primera visita a una nación latinoamaricana de lengua española.
También instó al régimen comunista de Cuba, el otro país que visitará en su gira, a dejar de lado al marxismo, que «no responde ya a la realidad» y a buscar «nuevos modelos», durante una conferencia de prensa en el avión.
«El problema del narcotráfico y de la violencia es una gran responsabilidad para la Iglesia de este país con 80% de católicos», dijo el papa en alusión al principal problema que aqueja a México, donde la represión militar y el enfrentamiento entre los cárteles arrojaron más de 50.000 muertos en 5 años.
El pontífice llamó a «desenmascarar las falsas promesas y las mentiras» de los traficantes de drogas, algunos de los cuales se dicen católicos.
Organizaciones de víctimas de la violencia, que se oponen a la estrategia antidrogas del presidente Felipe Calderón que movilizó al ejército contra los traficantes, pidieron al Papa un «gesto evangélico» para detener la matanza.
Este viernes, poco antes de la llegada del papa, siete personas fueron fusiladas a quemarropa por un comando armado en el estado de Sinaloa (noroeste) y en el balneario de Acapulco (oeste) fueron halladas cuatro cabezas humanas.
Refiriéndose a Cuba, Benedicto XVI aseguró que la ideología marxista «no responde ya a la realidad» y que «conviene hallar nuevos modelos».
El canciller cubano, Bruno Rodríguez, reaccionó diciendo que el gobierno comunista de la isla escuchará «con respeto» al papa y añadió que el pueblo cubano «tiene convicciones hondas».
Benedicto XVI destacó la voluntad de los católicos «de ayudar a un diálogo constructivo para evitar los traumatismos», en momentos en que el presidente Raúl Castro pone en práctica una serie de reformas económicas, apoyadas en forma crítica por la iglesia Católica cubana, convertida en su interlocutor privilegiado.
El papa alemán, que cumple 85 años en abril y que no irá a la capital mexicana debido a su altura (2.300 metros sobre el nivel del mar), partió en la mañana del viernes de Roma para su segunda visita a América Latina. Su primera visita fue a Brasil en 2007.
Centenares de personas comenzaron a congregarse en el aeropuerto de Guanajuato (centro) para recibirlo en una ceremonia en que participará el presidente Felipe Calderón y 3.500 invitados.
Otros miles tomaban lugar para verlo pasar en su papamóvil a lo largo del recorrido de 30 kilómetros que seguirá hasta León, la capital del estado de Guanajuato, donde se alojará.
En esta ciudad, a unos 400 km al noroeste de la capital mexicana, gigantescos anuncios dando la bienvenida al Papa colman las principales avenidas.
«No se siente lo mismo que lo que sentimos durante las visitas de Juan Pablo Segundo. No transmite la misma alegría y la misma emoción. Éste es como más tímido y el otro como que se daba más al pueblo, pero de todos modos estamos contentas», declaró a la AFP Luz María Pérez, 42 años, frente a la catedral de León.
La escultora Rosario Rozas, autora de una estatua de cobre del papa polaco de tamaño real colocada en el atrio de la catedral, afirma: «Benedicto XVI es cabeza, mientras que Juan Pablo II era corazón».
La visita de Benedicto XVI a estos dos países donde el catolicismo vive realidades contrastadas, debe también ayudarle a recomponer sus relaciones con América Latina, donde vive el 28% de los católicos del mundo y que se ha sentido marginada durante sus siete años de pontificado.
México, el segundo país con mayor número de católicos después de Brasil, con un 84% de sus 112 millones de habitanes considerados católicos, es gobernada por el Partido Acción Nacional, de origen católico, que enfrenta una difícil elección presidencial el próximo primero de julio. En Cuba, menos del 10% de la población es católica.
Con un programa alivianado dada su avanzada edad, el papa recorrerá en México las ciudades de Silao, Guanajuato y León, donde se reunirá por separado con el presidente Calderón y con todos los presidentes de las conferencias episcopales del continente.
El lunes viajará a Santiago de Cuba y el martes a La Habana, donde se reunirá con el presidente Raúl Castro y no se descarta un encuentro con el anciano líder Fidel Castro, fuera de programa.
Esta es la sexta visita de un pontífice a México, donde Juan Pablo II viajó cinco veces y provocó movilizaciones masivas. Esta vez, se esperan unos 700.000 visitantes en los distintos puntos del estado de Guanajuato por donde pasará el Papa, según dijo a los periodistas el gobernador Juan Manuel Oliva.
Una serie de regalos especialmente preparados por empresarios y artesanos esperan al Papa que van desde varios pares de zapatos rojos hasta imágenes religiosas.
Pero al Papa también lo esperan grupos de víctimas de sacerdotes pedófilos, en particular de la organización católica Legionarios de Cristo y de su fundador, el sacerdote Marcial Maciel, a quienes no concedió audiencia y que han previsto manifestaciones durante la visita.
Fotos: Reuters