Las charlas de los ex presidentes Cardozo, González y Lagos muestran a cabalidad sus dotes como gobernantes y demócratas. Los temas centrales giraron sobre el respeto a las minorías, el fracaso del socialismo y del militarismo y la importancia de pensar en las nuevas generaciones en el largo plazo y no como ganar las próximas elecciones.
Cardozo apuntó que el militarismo estaba superado y que la democracia se había apuntalado; que la presencia del estado regulador de los mercados, pero al mismo tiempo promotor de la actividad privada habían sido motor esencial del cambio económico y social experimentado por Brasil. Resaltó como la continuidad de las políticas a través de diferentes administraciones aseguraba su éxito.
Por su parte González señalaba como elemento esencial de la democracia que los gobernantes debían estar preparados para aceptar la derrota electoral y reconocer que el poder es transitorio. Recordó que la experiencia mostraba como el camino para superar los problemas socioeconómicos y erradicar la intolerancia pasaba por la inclusión.
Lagos hizo un recuento de cómo la concertación democrática chilena derrotó al militarismo y como una vez alcanzada la victoria no hubo revanchismo contra Pinochet y sus partidarios. Recordó que el desafío de América Latina después de haber crecido económicamente a pesar de la crisis mundial se debía centrar en disminuir las desigualdades.
Para ello era necesario fomentar la educación y la formación de las mayorías con la finalidad de incorporarlos a la actividad productiva.
La presencia de estos Presidentes con mayúscula y sus mensajes alentadores brindan una guía precisa de lo que debemos hacer en Venezuela para progresar, rescatando la institucionalidad y la convivencia democrática.