Lea la carta pública del gobernador de Monagas al presidente Chávez

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El gobernador de Monagas, José “El Gato” Briceño respondió este martes en una carta hecha pública al presidente Chávez, a propósito de su expulsión del PSUV y la situación del agua en esa entidad, tras el derrame.

A continuación el escrito publicado en la página web de la gobernación:

Respuesta del Gobernador José Gregorio “El Gato” Briceño al Presidente de la República

Como ya es conocido, el 4 de Febrero de este año, ocurrió un accidente en la Industria Petrolera, un derrame de crudo en el Complejo Operacional Jusepín que se mantuvo activo por 48 horas, generando un daño evidente y de gran magnitud al río Guarapiche del que se abastecen dos plantas potabilizadoras que surten agua al 80% de la ciudad de Maturín.

Nos avocamos de forma inmediata a la contingencia. La primera medida que tomamos fue cerrar las plantas potabilizadoras del Bajo Guarapiche y de San Vicente, para proteger de la contaminación la infraestructura hidrológica, la red de distribución y, lo más importante, la salud de los maturineses.

Diseñamos una estrategia para suministrar el vital líquido a las comunidades a través de camiones cisterna en un trabajo conjunto con PDVSA y revisamos nuestros presupuestos para disponer de los recursos necesarios que garantizaran suministro de agua a todos los rincones de la ciudad capital.

Las comunidades entendieron la gravedad de la situación y la necesidad de mantener las Plantas cerradas hasta que el agua del Río Guarapiche estuviera en condiciones de ser procesada.

Apenas transcurrieron 24 horas del inicio del derrame y aún teniendo el chorro de petróleo vertiendo importantes cantidades de hidrocarburos al Guarapiche, altos funcionarios del gobierno me pidieron que abriera las plantas potabilizadoras ya que, según ellos, me garantizaban que el petróleo no llegaría a Maturín. Por supuesto, no acepté tal pedimento por considerar que era temerario. Exactamente, esa noche pasaba el petróleo por el frente de la Planta de San Vicente y el día 7 de Febrero estaba en la Planta del Bajo Guarapiche.

A los 8 días, el Ministro del Ambiente llegó a Maturín y declaró, sin pudor alguno, que “no hubo daño ecológico” y me volvieron a constreñir para que abriera la Planta y dejara que agua visiblemente contaminada, llegara a los hogares del pueblo.

La presión continuaba, así que, 33 días después del derrame, convocamos a las Autoridades Nacionales y Regionales de Salud, Ambiente, Defensoría del Pueblo y Fiscalía Ambiental. Encendimos los motores de la torre de toma. En fracciones de segundos salieron trazas de petróleo en el agua. Los funcionarios presentes quedaron impresionados. Me dieron la razón y, aunque no podían declarar ante la opinión pública, apoyaron la decisión de no abrir la planta hasta tener la garantía de que el agua podía ser tratada sin causar más daños de los que el derrame ya había causado.

Pero la coerción iba en aumento. Mi conciencia exigía hablarle al país y explicar lo que estaba ocurriendo en Monagas. Por romper el silencio, fui finalmente sacrificado en el partido, con la vana argumentación de la falta de disciplina revolucionaria fui suspendido del PSUV, mientras armaban un expediente para mi expulsión. Enterándome de ello a través de los medios nacionales de comunicación social.

Qué tristeza, la Dirección Nacional se tomó el tiempo de “estudiar” la expulsión del “Gato” Briceño del Partido pero no se tomó ni un segundo para hablar del derrame que mantenía a los habitantes de Maturín sin agua desde hacía 40 días.

No discutieron sobre la necesidad de abordar el problema del río Guarapiche con un plan de contingencia que ayudara a los ciudadanos de este estado a sobrellevar la difícil situación. No hablaron del déficit presupuestario que la Gobernación y la Alcaldía de Maturín estaban dejando por activar el plan de contingencia para proveer agua a la población que ha significado un gasto superior a los 70 millones de bolívares y que han salido de sus respectivos presupuestos.

¿Acaso el pueblo de Monagas no era merecedor de la solidaridad que es un principio fundamental del socialismo?, ¿no era merecedor, siquiera, de una palabra de aliento de los directivos del PSUV?

Debo confesar que he llegado a pensar que tanta presión y tanto interés en que activara la Planta Potabilizadora, sin informes técnicos de calidad de agua y sin solidarizarse con la tragedia, no tenía otro fin, sino convertirme en el más grande genocida de la historia patria y así lograr los objetivos personalísimos de los Cabello: Liquidarme políticamente. Tan grande irresponsabilidad no es propia de un Socialista.

Lamentablemente, el Presidente de la República compartía y avalaba tanto atropello. Los mensajes que, desde Cuba, estaba enviando a través de las redes sociales, así lo confirmaban.

Por supuesto que “El Gato” llegó hasta donde tenía que llegar. Cómo no detenerme ante una petición tan irresponsable y criminal como la de abrir los grifos con agua que contiene trazas de petróleo ¡Dios mío querido! ¿Qué clase de animal sería yo si hiciera semejante atrocidad? Hoy me tildan, desde la máxima autoridad del PSUV, de traidor, apátrida y contrarrevolucionario por el hecho de negarme a suministrar agua contaminada al noble pueblo de Maturín, pero sé que la prudencia y la sindéresis siempre son buenas consejeras y me obligaban a no ceder ante esas presiones pues hubiese cometido un acto genocida sin precedentes en la historia de nuestro país.

Pero las cosas no quedaron así, ya nada puede sorprendernos, si son capaces de envenenar al pueblo, ¿de qué no serán capaces?, pregunto yo.

No me queda la menor duda de que detrás de toda esta cruzada conspiradora en mi contra, está el diputado Diosdado Cabello Rondón mejor conocido, en el alto Gobierno como el “Pimentón”, quien con ambición desmedida quiere, al precio que sea, clavar sus tentáculos en el estado con mayor producción petrolera del país, además de complacer apetencias familiares de ver un Cabello en la silla del Gobierno de Monagas.

Pero a ninguno de los Cabello los votos le dan para lograr sus objetivos, así que están decididos, como otrora, a tomar el Gobierno de Monagas por la vía de la fuerza, el amedrentamiento y el Golpe de Estado.

Al día siguiente de ser suspendido del PSUV, Diosdado Cabello en la sede del Hotel Venetur de Maturín, dijo que ya me tenían montado en la olla un juicio para meterme preso, según él, con la anuencia del Señor Presidente. Déjenme decirles algo: estar preso en un calabozo, es algo horrible pero temporal, pero estar preso de tu propia conciencia es un castigo de Dios para toda la eternidad.

Mucho se recuerda el 11 de Abril de 2002, Monagas también recordará el 15 de Marzo de 2.012 cuando el G.B/GNB Luis Arrayago tomó por asalto la Policía del Estado Monagas, cumpliendo instrucciones del Ministro de Interior y Justicia. Sí ahora los Generales de la Guardia obedecen instrucciones del Ministro de Interior y Justicia y no del Ministro de la Defensa.

La toma de la Policía del Estado ocurrió así: el G.B/GNB Luis Arrayago, desde hace dos años y medio y hasta el 14 de marzo de 2.012 ocupó el cargo de Director de la Policía del Estado Monagas. Siempre supimos que era pieza de Diosdado Cabello, pero mientras cumpliera con sus obligaciones no objeté su designación. Pero el 14 de marzo, fui notificado de que el General Arrayago había ordenado un procedimiento contrario al derecho, al ordenar la entrega de bienes utilizados para la comisión de hechos punibles a una instancia distinta al Ministerio Público.

Se trataba de unos chalecos de la Guardia Nacional que portaban antisociales que habían sido detenidos por efectivos de la Policía del Estado. Fui alertado de la irregular orden impartida e inmediatamente emití una contraorden pidiendo que se entregaran al órgano competente en la materia. Ante la falta cometida solicité al G.B/GNB Luis Arrayago su renuncia y se negó a darla.

De tal manera que ejercí las facultades que la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y la Ley Orgánica del Servicio de Policía y Cuerpo de Policía Nacional Bolivariana me confieren y procedí a remover a este funcionario de su cargo. Este funcionario se negó a entregar la Comandancia de la Policía alegando que seguía instrucciones del Ministro del Poder Popular para Relaciones Interiores y Justicia asaltó la sede de la Policía con vehículos de la GNB.

Hoy la Policía del Estado Monagas, instancia civil desde el mando hasta el personal administrativo, conforme lo establece la Ley Orgánica antes señalada, está Comandada por un Guardia Nacional Bolivariano activo, violando, además la Ley Orgánica de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana. Es una Policía Militarizada que no obedece a la línea de mando natural y legal. Le pido a la Academia y a la reserva moral del país que se pronuncien sobre estos hechos. Pues no se ha visto nada similar en ninguna de las policías del país, ni siquiera en las que están al mando de los gobernadores de oposición.

Otra arbitrariedad, por decir lo menos, ocurrió el pasado sábado 17 de Marzo, pasadas las 22:00 horas, cuando sin notificación alguna y sin sustento jurídico que lo soporte, un grupo de trabajadores de PDVSA, custodiados por efectivos de la Guardia Nacional y de la Policía del Estado, se presentaron en la Planta Potabilizadora de Bajo Guarapiche, negándose a firmar acta de recepción de las instalaciones. ¿No es eso lo que los juristas llaman Vías de Hecho y abuso de poder?

Creen los Revolucionarios que es justa la saña con la que se está tratando al pueblo de Monagas por la ambición desmedida de Diosdado Cabello. Si tan traidor, apátrida y contrarrevolucionario he sido, ¿por qué no esperar a las elecciones de diciembre del 2012 y que el pueblo de Monagas decida los destinos de su estado? ¿es que acaso no confían en la inteligencia del pueblo?

Maturín está viviendo momentos difíciles por la falta del vital líquido y el Presidente de la República, un día después de su retorno de Cuba, hace una alocución en cadena nacional y no hace el más mínimo gesto de solidaridad para con el pueblo de Maturín, ¿creerá que somos camellos que podemos vivir sin agua tanto tiempo? Por el contrario me acusa de traidor a la patria deseando verme convertido en “polvo”. Presidente, yo a usted solo le deseo mucha salud y mucha paz espiritual; que, mientras dure su mandato, tenga claridad para tomar las decisiones necesarias para el progreso del pueblo venezolano del que todos somos parte; que tenga la facultad de trascender a su propio ser y ponerse en el lugar de los demás; deseo que tenga la fortuna de conocer a sus bisnietos y tataranietos.

Exijo respeto a mi pueblo, respeto a la Constitución y las leyes, a los poderes legalmente constituidos, exijo respeto a la dignidad humana. No sigan burlándose de la inteligencia del pueblo, no sigan enarbolando las banderas de la solidaridad con los más humildes cuando no les importa su salud, su seguridad ciudadana, ni siquiera su OPINIÓN.

Si soy un traidor, según ustedes, hagan conmigo lo que juzguen necesario, pero respeten al pueblo de Monagas que siempre ha respondido a los llamados de la Revolución, que siempre ha sido un pueblo cívico y pacífico.

Aquí sigo y seguiré, Gobernando para todos los Monaguenses. Aquí me quedo junto al pueblo que me vio nacer, crecer y que siempre me ha demostrado su amor y lealtad. Resistiré con valor, los atropellos y las ofensas porque confío en que el Dios Todo Poderoso, hará que la verdad y la justicia, tarde o temprano, salgan a la luz.

¡Lealtad con lealtad se paga!

José Gregorio Briceño Torrealba, “El Gato”

Gobernador del estado Monagas

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