En Quíbor y el municipio Jiménez en general, cada día es mayor el número de obras iniciadas y abandonadas por entes oficiales luego de la inversión de millonarias sumas de dinero que, evidentemente, o se han perdido o van por ese camino.
La primera de ellas es el gimnasio cubierto, considerado el mayor monumento a la desidia, visible para todo aquel que llegue a la capital del municipio Jiménez.
El dirigente social Nelson Pineda recuerda que la estructura formaría parte de un complejo deportivo proyectado para los Juegos Nacionales Juveniles de 2001, pero de las instalaciones contempladas sólo han puesto en servicio la cancha de fútbol.
Dijo que desde el Consejo Legislativo, además del presupuesto original, luego le aprobaron otros dos por ocho, un millardo y uno último por 600 millones fuertes.
“A pesar de esos millones la obra no fue terminada. Se encuentra paralizada, abandonada y en deterioro debido a la desidia oficial, en particular de la alcaldía.
Además del gimnasio, también fue dejado abandonado el terminal de pasajeros que comenzaron a construir en la redoma de la vasija, al cual le aprobaron casi mil millones de bolívares, y el Laboratorio Fitosanitario y Zoosanitario, ubicado en La Vigía, carretera Quíbor-El Tocuyo, al lado del matadero, para el cual se destinaron 10.000.000.000 de bolívares que están prácticamente perdidos, así como todo lo invertido en el acueducto para Cuara, del que se construyó un gigantesco tanque capaz de recibir millones de litros de agua, no sólo para ese poblado sino también para caseríos vecinos.
“Aquí lo que reina son las obras inconclusas lo cual demuestra que no se está incentivando el progreso por medio de la construcción”, expresó Amílcar Marcano, directivo de la Asociación de Comerciantes del municipio Jiménez.
Refiriéndose al caso de gimnasio cubierto, dijo que es una obra necesaria para incentivar el deporte por medio del cual se puede apartar a los jóvenes de actividades perjudiciales, además es necesario generar empleos.
“Son más de diez años que lleva en el abandono, al igual que otras obras importantes para la ciudad como la vialidad, que está en muy malas condiciones”, sostuvo.
De todo lo que contemplaba el proyecto solamente sobrevivió la cancha de fútbol, con su correspondiente grama artificial, que, gracias al cuido de quienes allí practican, se mantiene.
Una buena noticia, al menos, acompaña esta historia: la Casa de la Cultura, gracias a gestiones de su director, profesor Carlos Ereú y a través del Sistema Nacional de Orquestas, logró la aprobación de una partida para rehabilitar las redes de electricidad y las de aguas negras.
También está abandonada, desde hace años, la construcción de la sede del Ministerio Público, en el sector La Quiboreña y el Museo Arqueológico In Situ de Quíbor, en pleno centro de la ciudad.
En ambos casos lo que se levantó está deteriorándose con el tiempo y con respecto al museo, está convertido en sanitario público o de escondite para elementos al margen de la ley pues durante las noches ni los funcionarios policiales o de la Guardia Nacional se atreven a ingresar por el riesgo que ello representa.
Además, en Guadalupe dejaron inconclusas y abandonadas las estructuras destinadas al mercado de artesanía y al módulo policial, estas últimas convertidas en guaridas de antisociales.
Muy cerca de allí, en el caserío Buena Vista, corrió la misma suerte lo que sería una escuela-taller para artesanos de toda la región.
Ese proyecto correspondió al CONAC y entre los jóvenes de la parroquia Juan Bautista Rodríguez había mucha expectativa pues se les abría una alternativa para perfeccionar sus técnicas de elaboración de piezas de barro o madera.
Lamentablemente, cuando pensaban que en poco tiempo la escuela-taller comenzaría a funcionar, un día notaron que no llegaban obreros y que las puertas de la casa de la escuela permanecían cerradas sin explicación alguna.
José Gregorio Martín, candidato a la alcaldía por la MUD, también expresó su precupación por la falta de interés desde las esferas municipales, regionales y nacionales, por rescatar los millones invertidos en todas esas obras prometidas a la ciudad.
Espera que con nuevas autoridades en el municipio prosperen las gestiones para recuperarlas y finalmente la población pueda disfrutar de ellas, además de recuperar los millones invertidos.
Fotos: Luis Salazar