En junio, 14 familias de un predio invadido de Cabudare cumplirán cuatro años esperando respuestas del Gobierno en cuanto a la expropiación de ese lote de terreno, la respectiva construcción de viviendas y la acometida de los servicios elementales.
En tal sentido, Abigail Rangel, habitante de Los Cedritos, indicó que el terreno permanecía inhabitable y repleto de basura, monte y escombros desde hacía unos 40 años.
Acotó que el lote es de carácter privado “pero hasta el presente no hemos tenido ningún contacto con los supuestos propietarios”.
Sin embargo, Rangel declaró que luego de cuatro años y después de todas las diligencias realizadas por los ocupantes, esperan por la expropiación del terreno.
Rangel comentó que no disponen de ningún servicio público, a pesar que han solicitado por escrito ante todos los organismos correspondientes “una mano amiga”.
El agua es traída a Los Cedritos por medio de mangueras tras una toma clandestina, más no todas las casas pueden gozar de agua corriente.
La energía eléctrica es más rudimentaria, en tanto son tomas a través de cables de todas las dimensiones a una misma fuente, lo cual hace más peligroso el escenario.
En lo que respecta a las cloacas, cada rancho realizó su propia aducción a un cachimbo colindante con la pared perimetral.
Pero a pesar de esta realidad, abrigan la esperanza de que algún ente los escuche “porque en las condiciones en las cuales vivimos, más el tiempo que tenemos aquí, ya era para ver avances en nuestra comunidad”.
No tenemos proyecto alguno
Resaltó Rangel que los deseos de todas las familias que residen en Los Cedritos, es la ejecución de un proyecto de vivienda, “aunque no lo tenemos, creemos que como ciudadanos venezolanos nos merecemos una mejor calidad de vida”.
-Sólo nos apegamos a lo establecido en la Constitución, la cual consagra el derecho de cada venezolano a gozar de una vivienda digna, subrayó.
Censos por montón
Por otra parte, Rangel amplió que desde el año 2010, el Gobierno nacional les prometió la edificación de un conjunto residencial en la zona, a través del Ministerio de Vivienda y Hábitat, más tarde se habló de un mega desarrollo impulsado por Pdvsa y ahora un nuevo censo de la Gran Misión Vivienda, les promete la solución definitiva a sus clamores como ciudadanos.
Los 14 ranchos del lugar siguen soportando fuertes lluvias, Sol inclemente, vientos huracanados y hasta el desrrame consecuente de varios árboles enfermos de ese solar.
Incontables reuniones
Manifestó Rangel que han acudido a un sinfín de reuniones con los consejos comunales de Cabudare, encuentros con la Alcaldía de Palavecino, con Fundacomunal y con el INTI, pero no han obtenido respuestas.
-Solamente la actual síndico municipal, abogada Maribel Linares, ha hecho algunas diligencias muy favorables, observó.
Un llamado de atención
Rangel hizo un llamado a los gobiernos nacional, regional y municipal, “porque a pesar de constituir una pequeña comunidad de 14 familias, necesitamos la atención de nuestros representantes, porque no sólo en campaña deben responder”.