Cinco personas del grupo de ocupantes ilegales que la Guardia Nacional desalojó el pasado domingo en la madrugada de los terrenos del cono de seguridad del aeropuerto, iniciaron huelga de hambre este miércoles en la mañana al pie de la estatua ecuestre de Simón Bolívar.
Poco importaron el sol y unas cuantas gotas de lluvia caídas en el centro de la ciudad ayer en la mañana, para ese grupo de manifestantes que llevaron su protesta hasta el extremo de la huelga de hambre a fin de llamar la atención de las autoridades gubernamentales.
Se tendieron sobre colchonetas y sábanas en plena plaza Bolívar. Tenían sábanas y pancartas con mensajes alusivos a su drama. Reclamaron, principalmente, la presencia de la alcaldesa Amalia Sáez, quien no apareció.
Entre los pasillos del Palacio Municipal se escuchó que la primera autoridad municipal ni siquiera se encontraba en la ciudad.
Estaban también otros representantes de ocupaciones ilegales de zonas diversas de la ciudad. Había gente, por ejemplo, de El Recreo, parroquia Unión.
Desde la primera hora de la mañana de ayer fueron llegando ocupantes ilegales de forma progresiva. No generaron mayor perturbación al orden público, pero sí impidieron, producto de la presencia masiva, el libre paso de quienes normalmente hacen uso del espacio público.
Gritaban consignas y mostraban molestia por la detención de doce miembros del Frente Revolucionario de Inquilinos y Ocupantes (FRIO), el pasado martes en la tarde durante una revuelta formada entre guardias nacionales, policías municipales y dirigentes del grupo anárquico.
Gabriel Jiménez, miembro del FRIO, lanzó fuertes acusaciones contra la alcaldesa Amalia Sáez y el general Jorge González Arreaza, del Comando Regional número 4 de la Guardia Nacional, a quienes señala como responsables de las lesiones sufridas por hombres, mujeres y niños durante la operación.
“Ella está en contra del pueblo que le dio el poder”, dijo.
Mientras esto sucedía, decenas de funcionarios de la Policía Municipal permanecían alrededor de la plaza y del Palacio, en labores de resguardo, pendientes de evitar cualquier alteración de la tranquilidad.
Para el concejal Gabriel Guerrero, electo hace algunos años por la parroquia Santa Rosa, los hechos del martes y miércoles, con revueltas y huelgas, son lamentables.
“Creo que hay mucha gente inocente que sigue a los líderes equivocados. Hay mucha ignorancia y también quienes se aprovechan de eso”, dijo.
Oscar Medina, padre de uno de los detenidos, envió un mensaje a la alcaldesa: Señora Amalia, mi hijo no es un delincuente para estar en la cárcel, es sólo un hombre que lucha por una vivienda digna, no sólo para él sino para muchas familias que no tienen una propia.
Cree que la gran mayoría de ocupantes ilegales del estado Lara están inscritos en el Partido Socialista Unido de Venezuela, porque creen en el proyecto revolucionario.
Fotos: Dedwison Álvarez