La posibilidad de reubicar a las familias del cono de seguridad del Aeropuerto Internacional Jacinto Lara (Brisas del Aeropuerto, 4 de Febrero y La Fe en Dios) a la comunidad de Carorita, como lo anunció en tiempo pasado la alcaldesa de Iribarren Amalia Sáez y lo confirmó, hace apenas dos días, la autoridad única por el Ministerio (pp) de Vivienda y Hábitat, ingeniero Vladimir Silva, sigue dando de qué hablar.
Julio Castillo, miembro del consejo comunal de La Fe en Dios, considera improcedente la reubicación hacia Carorita, en el norte de Barquisimeto, porque el ingeniero Silva había llegado a un acuerdo con ellos. “Nos dijo que si más del 60% de los habitantes aprobaba quedarse en el terreno, aquí nos construirían las casas. Estamos en tierras aptas y bien pueden desarrollar un plan de viviendas”.
La negativa hacia la reubicación, surge además por las necesidades que presentan los vecinos de la parroquias Cují y Tamaca. De hecho, los consejos comunales del norte, ya han conversado en reuniones con las personas del cono de seguridad del Aeropuerto, exponiendo el caos que sufren en cuanto a servicios. “Tampoco las personas de Carorita nos quieren allá. Solicitamos los urbanismos en nuestra zona, no apartándonos de nuestra realidad”, agregó el líder comunitario.
“Buscan enfrentarnos”
Asimismo, Sandra de Castillo, otra de las luchadoras sociales de las familias del cono de seguridad, sostiene que “forzar”a los hogares para la reubicación que proponen las autoridades, sólo “enfrentaría” a las comunidades por cuanto ninguna de las partes está a gusto con la decisión.
Exhortó a la ejecución de proyectos habitacionales que hagan más digna la vida de quienes llevan hasta seis años conviviendo en ranchos de zinc. Hacinados y sin los aportes económicos del Estado, les resulta cuesta arriba salir adelante. “Es un capricho de la alcaldesa Amalia Sáez el mudarnos a Carorita”
Una prueba fehaciente de que los consejos comunales de las parroquias Cují y Tamaca rechazan la reubicación de las familias del cono de seguridad del terminal aéreo, son las protestas en vía públicas, organizadas por los vecinos del norte de la ciudad, hasta por más de tres días continuos. Piden mejoras para los habitantes, no la sobrecarga de males.
Julio Alvarado, dirigente vecinal de Brisas de Carorita, recordó las deficiencias en el suministro de agua, de vía en mal estdao, así como la falta de red de cloacas y de viviendas, en sectores populares. Carorita, por ejemplo, no escapa de ello. De allí, que exijan respeto por los planteamientos hechos de las comunidades “y no hagan imposiciones al pueblo que en lugar de favorecerlo lo hunden en el abandono”.
En el terreno donde piensan construir el conjunto residencial para una primera etapa, que agruparía a 150 familias, realizan los estudios topográficos. Se trata de una importante extensión de tierras, ubicada frente a la urbanización popular Brisas de Carorita II.
Fotos: Ángel Zambrano