En una semana, robaron ocho motos. Villa Productiva está alcanzando un nivel de inseguridad muy alto. Sus vecinos, este lunes en la mañana, cerraron la avenida Florencio Jiménez, por ser la más cercana al urbanismo, en reclamo a las autoridades. A la manifestación vecinal, se sumaron mototaxistas, los mismos que prestan el servicio de transporte hasta las viviendas.
“Movilizarse desde cualquier punto de la ciudad hasta nuestras casas, representa una calamidad porque ni siquiera hay carros que nos traigan. El servicio de transporte es pésimo. Por esa razón, con ayuda de mototaxistas, logramos entrar y salir de la comunidad, sólo que el hampa no los deja en paz; los organismos de seguridad deben aplicar estrategias que disminuyan los índices delictivos”.
Así lo declaró el vecino Henri Pérez, quien además reportó la falta de un módulo policial. Más de tres horas duró el cierre de la vía Quíbor, a la altura del kilómetro ocho.
“Se enconden en la oscuridad”
Aunque los ciudadanos que residen en Villa Productiva, en lo posible, tratan de ser precavidos, los antisociales hacen de las suyas a como dé lugar. En la avenida principal, por ejemplo, así como en la calle que conduce a los ranchos de zinc (el resto del urbanismo que faltó por viviendas) siempre son atacados por el hampa. Se aprovechan de las fallas en la iluminación para asaltar a las personas.
Al vecino Jesús Álvarez, le arrebataron 500 bolívares que recién había sacado del telecajero, el sábado en la noche, cuando regresaba a su casa. Ni hablar del resto de habitantes que, hasta sentados en las puertas de sus domicilios, son embestidos por los victimarios. Con armas de fuego en mano, toman los objetos de valor que estén al alcance. Celulares y dinero en efectivo, son los recursos materiales que más buscan.
En este sentido, resulta conveniente una respuesta por parte de la policía estadal o de otros organismos en materia de seguridad a fin de salvaguardar a la población de esa comunidad con más de 1.000 familias censadas.
Se prendió el caos
Con la manifestación en la avenida Florencio Jiménez, a unos dos kilómetros de distancia del distribuidor San Francisco, se generó un caos tremendo en los alrededores. Aquellos que venían de los municipios Morán (El Tocuyo), Andrés Eloy Blanco (Sanare), Jiménez (Quíbor) y Torres (Carora), con la intención de llegar hasta sus lugares de trabajo o cumplir diligencias personales, tardaron en llegar hasta sus destinos.
Largas colas se formaron, tanto de busetas procedentes de zonas foráneas como de vehículos particulares. ¿La alternativa? Caminar largos trechos hasta las unidades con recorridos que tenían como final de la ruta el Terminal de Pasajeros de Barquisimeto y el Hospital Central. Entre 7 y 15 bolívares, dependiendo de la distancia, cobraron mototaxistas y busetas para trasladar a los usuarios.
Niños, mujeres embarazadas, personas de la tercera edad, terminaron empapados por la lluvia inesperada. En el canal de circulación contrario, se vivió el mismo caos. Los vecinos de las comunidades como El Tostao, Santa Bárbara, Jacinto Lara, entre otras, debieron recorrer un largo caminar hasta llegar a sus hogares. Es importante aclarar, que se trata de la segunda protesta organizada por los vecinos de Villa Productiva en lo que va de año.
Faltan 1.500 familias por casas
Villa Productiva fue creada durante la gestión de Luis Reyes Reyes como gobernador de Lara, sin embargo, apenas construyeron unas 400 casas. Más de 1.500 familias, dijo la vecina Odalis Barradas, miembro del consejo comunal, faltan por viviendas. Por lo pronto, habitan en ranchos de zinc, con sólo alguno de los servicios públicos.
“Hay una deuda social con nuestras familias porque tienen muchos años esperando la construcción de sus viviendas”.
El agua, por apenas dar un ejemplo de autogestión, ha llegado a la parte de la comunidad no beneficiada con las casas, gracias a los aportes de cada uno de los grupos familiares, de lo contrario, recibirían únicamente de cisternas. No obstante, hay otras cosas por mejorar. Las cloacas y el servicio eléctrico, de igual forma, necesitan estar al alcance de los habitantes para la mejor calidad de vida.
La Ruta 15 dejó de pasar por temor al hampa
Entre las consecuencias que deja la peligrosidad de la urbanización popular Villa Productiva, ubicada en la vía Quíbor, está la falta del transporte público.
La Ruta 15, dijo el vecino Henri Pérez, dejó de pasar por la comunidad a causa de los constantes atracos en las busetas. “Los transportistas no están dispuestos a exponer sus vidas”, dijo.
Desde la entrada del urbanismo, hasta la primera etapa de los domicilios, existe cerca de un kilómetro de distancia, y todo ese trayecto debe ser caminado por las personas que no tengan dinero cómo pagar un mototaxista. Atraviesan necesidades, con tan sólo poner un pie en el vecindario.
Entre las 6.00 de la mañana y las 6.00 de la tarde, la Ruta 15 movilizaba a los pasajeros de dicha urbanización, ahora, todo queda en manos de los conductores de motos.
Pese a las insistencias de la comunidad, los profesionales del volante advierten que no regresarán hasta tanto exista seguridad para todos los ciudadanos del sector.
Cabe resaltar, que en los últimos meses varios transportistas han perdido la vida en manos del hampa.
Fotos: Edickson Durán