La tropa de Eduardo Saragó sacudió al cuadro platanero, tras un primer tiempo complicado, con un gol de tiro libre de José Manuel Rey (minuto 63) y un tanto en contragolpe del oportuno y rendidor Luis Martínez, a ocho minutos del final para mantener viva la cadena y, más importante aún, seguir a la cabeza de la clasificación del torneo Clausura, con tres puntos de ventaja (20 contra 17) sobre el Caracas FC.
El rojinegro -equipo de moda en el fútbol venezolano y que parece no tener un rival que pueda ponerle freno- acecha el récord del Deportivo Portugués, que hiló una seguidilla de 28 partidos sin caer derrotado, en una época en la que fue el rey de la liga local.
Sólo dos partidos apartan al CD Lara de la emblemática marca y el calendario le depara unos rivales que, si bien merecen respeto, lucen manejables.
El primero de ellos es Estudiantes, al que visitará el domingo en el Metropolitano de Mérida, un estadio con características que se ajustan al juego del Deportivo Lara. Puede decirse que esta visita, contrario a lo que ocurrió con Real Esppor, Aragua y El Vigía, no tiene la dificultad de la cancha, porque, por el contrario, es un terreno en buen estado y con amplias dimensiones.
Palabras más, palabras menos, aunque estará en Mérida, el CD Lara jugará como en casa, ya con el retorno del argentino Diego Cochas.
Después, en la siguiente fecha, en el regreso a casa, el equipo de Saragó recibirá a Trujillanos, un equipo que históricamente ha sido batallador, pero que ahora mismo no atraviesa por un buen momento, con apenas una victoria en el presente Clausura, tras ocho presentaciones.
El invicto sigue intacto. El Club Deportivo Lara encontró en El Vigía un auténtico “hueso duro de roer” pero apeló al recurso de la pelota quieta para quebrar su resistencia –mantuvo su arco en cero durante 60 minutos- y sacar una victoria de oro 2-0 en el estadio Ramón Hernández de la localidad merideña, que le permite prolongar su liderato en el torneo Clausura y alargar su cadena de partidos consecutivos sin rodar.
El invicto marcha en 26 partidos. La cadena comenzó el 14 de mayo de 2011, en la última fecha del Clausura de ese año, con una victoria 4-0 sobre Atlético Venezuela, como local, cuando el timón estaba en manos del colombiano Oscar Gil
Llegó, entonces, Eduardo Saragó a las filas rojinegras y con el caraqueño al frente de la dirección técnica el equipo ha logrado encadenar 25 salidas al hilo sin sufrir caídas, entre el torneo Apertura (17) y el Clausura (8).
Todo esto ha llevado al conjunto crepuscular –que copa la escena en el mundo del balompié criollo- a poner en peligro la marca de más partidos jugados sin recibir derrotas, en poder del Deportivo Portugués, logrado por allá en el año 1967.
En su reciente compromiso, el cuadro rojinegro dio otra exhibición de oficio y jerarquía, característica de un equipo que reúne en su plantel a jugadores de experiencia y recorrido como Miguel Mea Vitali, Rafael Castellín y José Manuel Rey.
Le costó al CD Lara romper la resistencia del cuadro platanero. El rival le quitó la pelota en el primer tiempo, en una cancha de condiciones adversas y con una temperatura calurosa, y no pudo hacer mayor daño en el primer tiempo.
No aparecía la magia en el mediosector y la situación se hacía cuesta arriba. Pero todo lo resolvió Rey con su pierna de oro, la que tantas alegrías ha reportado a los parciales vinotinto en su destacada carrera.
El experimentado jugador le pegó con el alma a un tiro libre, la pelota golpeó el palo y luego al cancerbero para incrustarse en las redes. Fue un rayo de luz, una bendición en medio del hervidero.
El gol quebró las rodillas del rival, apaciguó los ánimos del conjunto platanero. Posterior a eso, la escena la tomó para sí el Deportivo Lara, que luego clavó la estocada con la tercera diana del semestre de Luis Martínez, a pase de Rafael Castellín.
Cumplida la tarea. Ahora toca Estudiantes de Mérida, también como visitante, pero con la tranquilidad de visitarlo en un estadio (Metropolitano) de buenas condiciones, con un campo grande y un césped en buen estado.
Foto: Luis Salazar/Archivo